SAO PAULO.- Un periodista brasileño fue crucificado y tiroteado en una pierna por desconocidos, tras haber denunciado la existencia de una red de compra de votos en el estado de Piauí, pero se encuentra fuera de peligro, informó hoy la prensa.
El periodista Felipe Santolia, que trabaja en una emisora de radio en el empobrecido estado de Piauí (noreste del país), fue rescatado con vida ayer por labriegos que lo encontraron crucificado a un árbol, junto al margen de una solitaria carretera.
El informador, que había prometido divulgar pruebas de la existencia de una red de compra de votos que iba a actuar en las elecciones presidenciales y legislativas de mañana, está internado en un hospital de Teresina, la capital de Piauí, según distintos diarios.
Además del disparo que recibió en la pierna, Santolia se recupera de la herida que le quedó en la mano izquierda por la punta con que fue clavado en el árbol y de las lesiones que le dejaron los alambres con que le ataron la mano derecha.
El periodista relató a la policía que fue emboscado en la madrugada del viernes por dos hombres que lo esperaban en una motocicleta cuando viajaba por una solitaria carretera entre Teresina y el pequeño municipio de Esperantina.
Los agresores le propinaron un tiro en la pierna para impedir que huyera y, tras ser crucificado, lo abandonaron asegurando que traerían gasolina para quemarlo vivo.
Santolia, que dirige un informativo radiofónico de gran audiencia en el municipio de Esperantina, prometió el jueves en su programa que divulgaría unas grabaciones que comprueban la compra de votos.
Según el periodista, la red de corrupción intentaba favorecer a candidatos que aspiran a escaños en la Asamblea Legislativa de Piauí por el centrista Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), la mayor fuerza electoral del país.
La agresión ocurrió cuatro días después del asesinato del empresario Domingo Savio Brandao, propietario del periódico "Folha do Estado", quien fue tiroteado cuando visitaba las obras de construcción de la nueva sede de su diario en Mato Grosso do Sul, cerca a la frontera con Paraguay.
Brandao fue ejecutado después de que su diario divulgara una serie de denuncias sobre casinos clandestinos en la ciudad de Campo Grande, capital de Mato Grosso do Sul.