WASHINGTON.- Una intensa búsqueda del asesino de seis personas fue desatada en los últimos dos días en la región de Washington, la que sumió en una psicosis a la capital estadounidense.
Un centenar de policías y 50 agentes federales continúan la búsqueda del misterioso tirador que genera terror en la región desde el miércoles por la noche, indicó el jefe de policía del condado de Montgomery (Maryland, este), Charles Moose. "Es nuestra prioridad número uno", aseguró a la prensa este sábado.
"No tenemos a nadie detenido", reconoció, e hizo un llamado a la calma. "La gente está evidentemente muy ansiosa, pero le pido al público que no entre en pánico", dijo.
Moose pidió al autor de los asesinatos que se rindiera y detuviera "esta locura".
Los investigadores establecieron que se utilizó la misma arma en al menos cuatro de los seis asesinatos. Los otros dos casos aún siguen siendo objeto de peritajes balísticos. Estos peritajes se realizan para determinar si se trata del mismo tirador, dijo Moose.
El arma utilizada sería un fusil de asalto semiautomático tipo M-16 o Colt AR15; o un fusil utilizado para la caza o el tiro de competición o emboscada, de tipo Bushmaster o Remington, según expertos de la Oficina Federal de Alcoholes, Drogas y Armas de Fuego (ATF).
Las municiones utilizadas son balas calibre .223, pequeñas (5,56 mm) pero extremadamente penetrantes, además de precisas hasta a 500 m y rápidas (1.000 m/segundo). Se trata de balas extremadamente letales, lo que las hace particularmente apreciadas por militares y cazadores.
"Son balas que uno encuentra en situaciones de tipo militar", indicó el funcionario de la división ATF de Baltimore (Maryland), Joseph Riehl.
Las autoridades ofrecieron una recompensa de 50.000 dólares por información que conduzca al arresto del asesino.
La policía no dispone de testigos directos, a pesar de que realizó un llamado público al respectto. Sin embargo, se señaló la presencia de una camioneta blanca que abandonaba el sitio de uno de los crímenes. El vehículo continúa siendo buscado.
Los ataques comenzaron el miércoles por la tarde con un disparo que no dejó víctimas, en un comercio de Rockville, en el condado de Montgomery, al norte de Washington. Horas después comenzaron las muertes, realizadas en forma precisa y anónima.
James Martin, un empleado de 55 años, fue muerto el miércoles de un balazo en la cabeza en el estacionamiento de un supermercado de una localidad vecina.
La mañana siguiente, James Sonny Buchanan, de 39 años, fue muerto mientras cortaba el césped. Media hora más tarde el indio Premkumar Walekar, de 54 años, fue muerto mientras cargaba combustible en una estación.
Poco más tarde fue asesinada Sarah Ramos, una salvadoreña de 34 años, en una parada de ómnibus.
Luego fue asesinada Lori Lewis Riviera, una empleada de 25 años, en una estación de servicio.
Por la noche, Pascal Charlot, un carpintero de 72 años de origen haitiano, fue encontrado en una vereda de Washington con una bala en el pecho.
Finalmente, una mujer fue herida de bala en la espalda el viernes por la noche en un estacionamiento de un centro comercial, en Fredericksburg (Virginia, este), al sur de Washington.
Según el ex criminólogo del FBI Clint van Zandt, el asesino es blanco, relativamente joven y originario de la región, sin dudas un ex militar o paramilitar dotado de una personalidad antisocial. Actúa a sangre fría pero sin gran premeditación, llevado por el enojo o un simple placer afrodisíaco de matar.