KABUL.- Osama bin Laden está "probablemente muerto" pero el ex jefe supremo del régimen fundamentalista de los talibanes, el molá Mohammad Omar, está "vivo", aseguró este domingo el Presidente afgano, Hamid Karzai, en vísperas del aniversario de la guerra antiterrorista gestada el año pasado por Estados Unidos en Afganistán.
"A medida que pasa el tiempo, tenemos menos noticias de él, llego a pensar que (Bin Laden) está muerto. Aunque nunca se sabe (...), bien está muerto o bien en algún lugar, seriamente herido", dijo el Mandatario.
En cuanto al molá Omar, "está vivo, estuvimos a punto de detenerlo en varias ocasiones, pero logró escapar", indicó Karzai antes de añadir que es "difícil atrapar a un hombre como él porque nadie conoce su cara (...)".
"Creo que está la mayor parte del tiempo en Afganistán", indicó.
El molá Omar dirigió la milicia de los talibanes que se apropió del poder en Kabul en 1996.
Karzai hizo estas declaraciones la víspera del aniversario del 7 de octubre de 2001, cuando comenzó la campaña militar estadounidense en Afganistán que trajo consigo la caída del régimen de los talibanes, a fines de 2001.
Esta campaña fue concebida sobre todo como una respuesta a los atentados sangrientos perpetrados en Nueva York y en Washington el 11 de septiembre de ese mismo año.
Por otra parte, el Presidente afgano estimó que los talibanes ya no representaban "una realidad política" ni "una amenaza militar" para Afganistán.
"Aún hace ocho o nueve meses, ellos (los talibanes) eran un Gobierno, ahora son un grupo o individuos que huyen, ya no representan una realidad política en Afganistán", estimó.
"En Afganistán los consideramos más bien como un peligro en su calidad de organización terrorista" que puede por ejemplo colocar bombas pero "ya no son una amenaza militar, eso se acabó", agregó Karzai.
Asimismo, confirmó que el intento de asesinato al que escapó por poco el pasado 5 de septiembre, en Kandahar (sur de Afganistán), era una acción de los "talibanes".
El asaltante "era claramente alguien muy, muy allegado a los talibanes, alguien que combatió a su lado", dijo precisando que no temía por su vida.
"Creo en Dios, y cuando (él) decida que es el momento, lo será, mientras tanto no tengo miedo", afirmó, antes de subrayar que la situación precaria de la seguridad en su país exigía la presencia continua de la coalición antiterrorista.
Más de 10.000 soldados, en su mayoría estadounidenses, siguen persiguiendo a los miembros de Al Qaeda y a los talibanes en Afganistán. Otros 5.000 soldados procedentes de más de 20 países están desplegados en el seno de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad en Afganistán (ISAF) en Kabul.