PARÍS.- La Fiscalía antiterrorista de París ha abierto una investigación por la explosión en el petrolero francés "Limburg" en Yemen, mientras el Gobierno aguarda el resultado de las pesquisas de los expertos galos enviados a ese país.
Ahora que Francia ya no excluye públicamente la posibilidad de un atentado frente a la extrema cautela de ayer, la investigación preliminar de la Fiscalía, encargada a la Dirección de Vigilancia del Territorio (DST, contraespionaje) y a la División Nacional Antiterrorista (DNAT), estudiará la explosión y el posterior incendio ocurridos el domingo en el "Limburg".
Esta investigación es posible porque, aunque el siniestro ocurrió en el extranjero, el petrolero -con doble casco y una capacidad de carga de 300.000 toneladas- es de bandera francesa y en su tripulación hay ocho ciudadanos franceses, además de 17 búlgaros.
Fuentes próximas a la investigación consultadas por EFE dijeron que "nada está probado", pero señalaron que se da prioridad a la pista de un atentado y reconocieron que Francia y sus intereses forman parte de los objetivos del terrorismo internacional.
Recordaron que en mayo pasado once técnicos franceses de la Dirección de Construcciones Navales (DCN) que trabajaban en un submarino para Pakistán murieron en un atentado en el puerto paquistaní de Karachi.
Además, el 10 de septiembre pasado, la Marina estadounidense advirtió de que la red Al Qaeda, de Osama Bin Laden, podría atacar petroleros que transitaran por la zona.
A fin de estudiar las causas de la explosión en el "Limburg", un petrolero con unas dimensiones equivalentes a tres campos de fútbol, los presidentes de Francia, Jacques Chirac, y de Yemen, Alí Abdalá Saleh, acordaron anoche que, por expreso deseo de París, un equipo de investigadores se desplace "muy rápidamente" al lugar de los hechos, a la entrada de la terminal de El Shir (sur yemení).
Fuentes yemeníes indicaron que el equipo llegará esta misma tarde.
Aunque ayer el Ministerio francés de Asuntos Exteriores aseguró que no había elementos suficientes para formular hipótesis sobre lo ocurrido y cualquier comentario sobre sus causas sería "prematuro", hoy su titular, Dominique de Villepin, dijo que no se excluye ninguna posibilidad.
"De momento nos atenemos a los hechos", declaró Villepin a la cadena RLT, aunque añadió que "en el mundo posterior al 11 de septiembre (los atentados de 2001 en EEUU), sabemos que existe una amenaza que planea sobre el conjunto de los Estados del mundo".
Yemen, por su parte, excluyó en un primer momento la hipótesis de un atentado, pero en ese país se han practicado una serie de detenciones que refuerzan la versión de que el siniestro podría haber sido causado por una acción terrorista.
Las autoridades yemeníes libran, bajo la presión de Washington, una batalla contra los medios integristas islámicos y contra las simpatías con que cuentan Al Qaeda y Bin Laden, cuya familia es originaria de Yemen.
La compañía Euronav, propietaria del "Limburg", apuntó a la posibilidad de que una barca de pesca cargada con explosivos impactara contra el petrolero provocando la detonación, hipótesis también barajada en un primer momento por fuentes consulares francesas en Sana.
Para Euronav, es "difícil" imaginar cómo un pequeño barco pesquero pudo perforar el primer casco del buque, que en esos momentos transportaba 56.000 toneladas de crudo y se disponía a entrar en la terminal yemení de El Shir para completar su carga, destinada a una compañía de Malasia.
La explosión y el incendio del "Limburg" traen a la memoria el atentado del que fue blanco, en octubre de 2000, el destructor estadounidense "USS Cole", impactado por una barca cargada de explosivos, que causó la muerte a 17 "marines".
Los sucesos de ayer se produjeron en la víspera del primer aniversario del inicio de las represalias militares estadounidenses en Afganistán por los atentados del 11 de septiembre, y el mismo día en que se difundió un mensaje de Bin Laden amenazando con nuevos ataques.
Mientras, se sigue sin saber la suerte de uno de los marineros búlgaros del "Limburg". El incendio está ya bajo control pero el petrolero está a la deriva y a lo largo de las costas orientales de Yemen se han formado manchas negras a causa del crudo vertido.