BEIJING.- Los matrimonios virtuales a través de internet se han convertido en el último grito entre los profesionales urbanos en China, hartos de una vida carente de emociones fuertes, según informa hoy la prensa local.
En la actualidad existen más de 50.000 matrimonios virtuales registrados en China, parejas con edades comprendidas entre los 18 y los 45 años, de clase media-alta y con un nivel intelectual por encima de la media nacional.
Estos matrimonios cibernéticos son mucho más baratos que los tradicionales, ya que únicamente requieren la celebración de una breve ceremonia -sin la presencia de familiares, ni lista de regalos, ni banquete-, tras lo que cada pareja es agasajada con una sala privada, para que puedan chatear sin interrupciones.
Además, la pareja de novios recibe un certificado matrimonial virtual, un ejemplar para cada uno de los contrayentes, de nula validez legal, pero de gran significación personal.
La línea divisoria entre realidad y fantasía es tan estrecha que en algunos casos los protagonistas han fundado una familia, con hijos, casa, coche y residencia de verano.
Esta moda ha desencadenado fuertes críticas de los sectores más conservadores de la sociedad china, que consideran que mantener una relación extra matrimonial, aunque sea virtual, es un atentado contra la sagrada institución del matrimonio y representa ’’adulterio’’.
La dificultad que tienen algunos internautas para trazar una línea divisoria entre la vida real y virtual, ha desencadenado auténticas reacciones de celos e incluso la ruptura de matrimonios, aparentemente estables.
Recientemente, una mujer de la provincia suroriental de Sichuan presentó una demanda de divorcio contra su marido tras descubrir que éste mantenía una relación en la red e incluso tenía un hijo a sus espaldas.
En otro caso, recogido por la prensa local, una joven de Zhuhai dejó plantado a su novio en el altar, después de que éste le revelara que mantenía una relación virtual con otra mujer originaria de otra provincia.
Por su parte, los psicólogos consultados por la prensa local apuntan que la sociedad china ha evolucionado a una velocidad tan inusitada que algunas personas tienen problemas para asimilar los cambios y recurren a sucedáneos como los matrimonios virtuales, para soportar la presión y realizarse afectiva o socialmente.