OXFORD.- El Presidente de Venezuela, Hugo Chávez, negó hoy cualquier "temor a perder el poder" como consecuencia de la huelga general del próximo lunes convocada por las cúpulas sindical y patronal del país, opuestas al "chavismo".
El paro ha sido promovido por la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV) y apoyado por la opositora Coordinadora Democrática (haz heterogéneo que aglutina al mencionado sindicato, la patronal Fedecámaras y a partidos políticos adversos a Chávez) para obligar al Presidente a dimitir o adelantar las elecciones generales.
Pero el jefe del Ejecutivo venezolano subrayó hoy, durante una apasionada conferencia pronunciada en la prestigiosa Universidad de Oxford (sur de Inglaterra), que sus detractores "no van a lograr parar" el país.
"A Venezuela no la para nadie. Y no va a desembocar esto (la huelga) en una crisis porque el país está preparado para asumir este reto", recalcó el mandatario latinoamericano ante un auditorio que abarrotaban unas 450 personas, la mayoría estudiantes.
Asimismo, el presidente restó importancia al ultimátum de las fuerzas hostiles a su Gobierno para abandonar el poder o anticipar comicios generales, cuyo plazo venció este miércoles y abre el camino hacia la huelga general del lunes, día 21.
"Me lo tomé tan en serio que me vine a Europa a cumplir con unos compromisos", bromeó el conferenciante, al descartar la posibilidad de otra intentona golpista, como la ocurrida el pasado 11 de abril, durante la gira que está haciendo por varios países europeos.
Respecto a las demandas de adelanto electoral, hizo hincapié en que no posee "potestad, aunque quisiera, para adelantar elecciones", pues, a su juicio, esa posibilidad no está contemplada en la Constitución.
"Lo que si está incluido en la Constitución -explicó- es la figura del referéndum revocatorio. Es decir, así como el pueblo me eligió, mi mandato me puede ser quitado por el pueblo, pero no por las elites que presionan".
"Ese referéndum revocatorio puede ser activado cuando se cumpla la mitad del mandato, que será en agosto de 2003. Y no tengo temor a perder ese poder", precisó Chávez, que fue reelegido presidente en 1999.
También criticó con vehemencia a la patronal y a la clase empresarial venezolanas, a las que acusó de apoyar el golpe de Estado del 11 de abril, que le desalojó del poder durante 48 horas.
"Continúa habiendo en Venezuela una oposición desesperada que, en vez de aferrarse a la constitución, va buscando salidas extra constitucionales", esgrimió, alzando con la mano un pequeño ejemplar de la Carta Magna de su país.
Pese al respaldo de algunos mandos castrenses al golpe de Estado, Chávez quiso dejar claro que "un importante sector militar está comprometido constitucionalmente" con su proyecto gubernamental.
"La revolución venezolana -insistió- es pacífica, pero no está desarmada. Tiene unas Fuerzas Armadas comprometidas con la Constitución".
Otro asunto que destacó el mandatario fue lo que calificó de "campaña de tergiversación", en alusión a la "desinformación" sobre la convulsa situación político-social de su país, de la que culpó a los empresarios venezolanos "dueños de los medios".
"Estamos en desventaja frente a la mentira mediática mundial. Unos de nuestros errores ha sido nuestra deficiente estrategia comunicativa", señaló.
A su llegada a la Universidad de Oxford, el presidente de Venezuela fue recibido por una cincuentena de simpatizantes y detractores que lo abuchearon y lo aclamaron.
Hugo Chávez, que llegó hoy al Reino Unido tras visitar París y Roma, partió esta tarde hacia Oslo, donde se reunirá con miembros de la casa real y con empresarios del país escandinavo, para regresar el sábado a Venezuela.
