BUENOS AIRES.- Los organismos de seguridad están vigilando la Triple Frontera entre Argentina, Paraguay y Brasil, en prevención de un presunto ataque terrorista islámico, admitió hoy viernes el jefe de Gabinete argentino, Alfredo Atanasof.
"Los organismos que técnicamente manejan estos temas por supuesto que están trabajando pero no corresponde que yo haga públicas las medidas al respecto", dijo escuetamente Atanasof en una conferencia de prensa en la Casa Rosada.
El Gobierno reforzó la seguridad en la encrucijada limítrofe situada en la región nordeste de Argentina, sospechosa de ser nido de células dormidas del terrorismo fundamentalista, tras recibir un alerta del servicio de inteligencia israelí, dijo el viernes el diario "Clarín".
Un alto funcionario de la inteligencia argentina, que pidió reserva de identidad, reveló el viernes a la AFP que "existe un informe del Departamento de Estado de EE.UU. advirtiendo la posibilidad de recrudecimiento de atentados después de los cometidos en Bali y Filipinas".
Funcionarios de la seguridad del Estado, según la fuente, investigaron "por sus propios medios el alerta y concluyeron que no hay evidencias de movimientos sospechosos en la Triple Frontera ni en países vecinos".
"Se ha recomendado reforzar los controles habituales en sectores estratégicos, inclusive energía y aeropuertos. El Presidente (Eduardo Duhalde) está preocupado por eventuales acciones terroristas si se desatan acciones bélicas contra Irak", dijo el informante.
Los israelíes habían dado cuenta de supuestos movimientos de las organizaciones armadas Al Qaeda o Hezbolá en la paraguaya Ciudad del Este, fronteriza con la argentina Puerto Iguazú y la brasileña Foz de Iguazú.
Alertas sobre las presuntas actividades terroristas en la zona rigen desde que se perpetraron en Argentina dos ataques, uno de ellos contra la embajada de Israel, y otro contra la mutual judía AMIA, en 1992 y 1994, respectivamente, con saldo global de 114 muertos y 500 heridos.
Atanasof rehusó ofrecer más detalles sobre el tipo de refuerzo de la vigilancia que se montó en la Triple Frontera y tampoco indicó si había coordinación con fuerzas de los otros países, aunque existe un convenio de cooperación al respecto.
"Clarín" dijo que la amenaza pende no sólo sobre Argentina sino sobre la región, según un memorando clasificado que circuló el jueves por oficinas del Gobierno.
Un alerta rojo está declarado en naciones desarrolladas a raíz de informes sobre la preparación de atentados terroristas, en momentos en que Estados Unidos sigue alistándose para atacar a Irak, con el argumento de que Saddam Hussein desarrolla armas de destrucción masiva.
Los papeles que circularon en el Gobierno argentino, según la versión, señalan que miembros de Al Qaeda están preparando un atentado en un país de Sudamérica, aunque sin mayores precisiones.
Pero fuentes de la diplomacia comentaron que las sospechas apuntan al grupo libanés proiraní Hezbolá y no a las organizaciones armadas al mando del saudita Osama Bin Laden.
Los abogados de las víctimas y los fiscales acusaron a Hezbolá de ser el autor intelectual de los ataques antisemitas en Buenos Aires, en el marco del juicio que se sigue contra la llamada ’conexión local’ de cómplices y encubridores de los atentados.
Una veintena de policías y ex miembros de fuerzas de seguridad están acusados de haber dado el apoyo logístico y la preparación de los coches bombas con los cuales fueron destruidos los dos edificios atacados.
El periódico agregó que firmas multinacionales, como las agrícolas Cargill y ADM (Archer Daniels Midland) con sede en Paraguay, recibieron advertencias de ataque de sus respectivas casas matrices en Minnesota e Illinois, Estados Unidos.
El canciller Carlos Ruckauf giró a su colega de Interior, Jorge Matzkin, un alerta similar sobre un ataque en un país no identificado de la región.