WASHINGTON.— El gas que las autoridades rusas utilizaron para poner fin a una crisis de rehenes en un teatro de Moscú, y que mató a 116 de los cautivos, fue el anestésico fentanil u otra droga relacionada con ese compuesto, informaron hoy martes algunos funcionarios estadounidenses.
En Moscú, el embajador norteamericano, Alexander Vershbow, emitió la primera crítica oficial estadounidense ante la insistente negativa de los rusos para identificar la sustancia empleada.
"Está claro que quizás con un poco más de información, al menos unos cuantos de los rehenes pudieron haber sobrevivido", dijo Vershbow.
Las autoridades rusas rociaron el gas en un teatro donde un grupo de rebeldes separatistas retenía a más de 800 rehenes, el sábado. El gas mató a 116 cautivos.
Cincuenta rebeldes murieron también, en su mayoría por heridas de bala.
Los parientes de Sandy Booker, un estadounidense de 49 años, dijeron que las autoridades rusas les confirmaron el martes que él se encontraba entre los fallecidos.
Con base en los reportes de los médicos que visitaron a algunos de los rehenes estadounidenses, las autoridades norteamericanas consideran que el gas era de condición opiácea —relacionado con la morfina y la heroína—, dijo Vershbow.
Otros funcionarios de Estados Unidos identificaron la droga como fentanilo, un compuesto usado comúnmente con fines anestésicos y para aliviar intensos dolores.
El fentanilo es un narcótico de efecto rápido, que en grandes dosis puede ocasionar paro respiratorio y la muerte por falta de oxígeno. Es unas 100 veces más potente que la morfina, y se ha detectado su uso por parte de adictos.