CUIDAD DEL VATICANO.- El Papa Juan Pablo II afirmó hoy que el cristiano tiene que condenar la corrupción política y judicial y rechazar los regalos hechos para desviar la aplicación de las leyes y el curso de la justicia.
Estas declaraciones las hizo ante miles de personas que asistieron en la plaza de San Pedro del Vaticano a la audiencia general de los miércoles, cuya catequesis dedicó al Cántico de Isaías "Dios juzgará con justicia".
El Pontífice, que presentaba buen aspecto, subrayó que el Señor, justo y santo, no puede tolerar la impiedad, la corrupción y la injusticia y se rebela contra el mal para aniquilarlo.
"Dios no es indiferente frente al bien y al mal, sino que muestra su indignación y cólera ante la maldad", precisó el Papa.
El Obispo de Roma afirmó que el cántico de Isaías invita a los creyentes a buscar la santidad como signo de conversión y reconciliación con Dios, pero que impone unas condiciones para lograr vivir en alegre comunión con el Señor.
Las condiciones son caminar en la justicia, ser leal y sincero y combatir la opresión de los pobres y la riqueza injusta.
"Por ello, el creyente tiene que comprometerse en condenar la corrupción política y judicial y sacudiendo las manos para no aceptar regalos, que es la imagen que indica el rechazo de donativos para desviar la aplicación de las leyes y el curso de la justicia", precisó el Pontífice.
El Papa agregó que el creyente tiene que taparse los oídos y cerrar los ojos cuando le hacen propuestas sangrientas, es decir perpetrar acciones violentas.
Respecto a cerrar los ojos, el Pontífice dijo aunque normalmente cuando pronunciamos esas palabras queremos decir "no ver para no intervenir, Isaías señala que el hombre honesto cierra los ojos "para no ver el mal", como señal de rechazo completo al mal.
Juan Pablo II también recordó las palabras de San Jerónimo invitando a los cristianos a rechazar cualquier complicidad con el mal, resaltando las palabras del santo de que "toda iniquidad, opresión e injusticia es una decisión sangrienta y aunque no se mata con la espada se mata con la intención".
Concluida la audiencia, el Papa saludó en diferentes idiomas a los fieles presentes. En español saludó a un grupo de las Hermanas Misioneras Siervas del Espíritu Santo, al grupo mexicano Instituto Montini y a diferentes grupos llegados de España, El Salvador y México.
A todos animó a tener "una conducta honesta y justa en la propia vida".