LIMA.- Los altos mandos de las Fuerzas Armadas de Perú y Chile iniciaron hoy su tercer día de reuniones a puerta cerrada en un hotel de la capital peruana, en el marco de la XVII ronda de conversaciones entre militares de ambos países, que buscan fomentar medidas de confianza mutua y un clima de distensión.
La cita transcurre en medio de una sequía informativa por parte de los organizadores y según dijo el Ministerio de Defensa, sólo habrá novedades en la clausura del evento el próximo sábado con un comunicado dando cuenta de las conclusiones a las que llegaron los militares participantes.
La ronda arrancó el lunes en el exclusivo hotel María Angola, con un intercambio de discursos y saludos entre el responsable de la delegación chilena, el jefe del Estado Mayor, general del Ejército de Chile, Roberto Arancibia, y su par peruano, el general José Huerta.
El jefe militar chileno dijo entonces que ambos países se encuentran construyendo una nueva etapa en su historia dejando atrás la Guerra del Pacífico (1879-1883), cuyas secuelas dominaron las relaciones bilaterales durante casi todo el siglo pasado.
Por su parte, el responsable de la delegación peruana reconoció que las Fuerzas Armadas de Chile y Perú son "un elemento gravitante" en los procesos de integración comercial y económica, que impulsan los gobiernos de Lima y Santiago en los últimos años.
Asimismo, abogó por avanzar en la creación de mecanismos que permitan establecer un "diálogo honesto, sincero y constructivo".
La agenda pública de la ronda de conversaciones contempla temas como capacidades de hospitales de campaña para cooperación en situaciones de catástrofes naturales en zonas fronterizas de ambos países, y aspectos relacionados con operaciones de paz y de incremento de la confianza mutua.
Las conversaciones para fomentar la distensión empezaron en 1986 a propuesta del Gobierno peruano de Alan García, cuando Chile era gobernado por el general (r) Augusto Pinochet.