BEIJING.- Los dirigentes del Partido Comunista de China festejaron hoy el legado del Presidente Jiang Zemin, cerraron filas y se reunieron a puertas cerradas para continuar con el proceso secreto de aprobar una nueva generación de líderes.
Los delegados a un congreso del partido que durará una semana, se mostraron unidos al expresar su apoyo a Jiang y a sus "Tres Representaciones", una línea política diseñada a acomodar los cada vez más influyentes dirigentes empresariales dentro del partido, que aún confirma su lealtad a sus raíces marxistas y maoístas.
"Después del 16 Congreso del Partido, quiero estudiar mucho mejor las 'Tres Representaciones' y hacerlas funcionar", declaró Long Xinmin, un subsecretario del Comité de la ciudad de Beijing, quien habló ante los representantes de 70 ciudades al Congreso.
El mensaje fue claro y fuerte: después de 13 años como dirigente del Partido Comunista, Jiang se ganó un lugar entre el panteón de los más importantes líderes comunistas, un estatus que le permitirá conservar su influencia incluso después que renuncie al cargo más importante del partido, lo cual ocurrirá la próxima semana.
La mayoría de los delegados que hablaron el domingo se mantuvieron dentro del libreto que repitieron sus colegas una y otra vez, en cuanto a mostrar su unidad y su respaldo al legado de Jiang.
Algunas personas del público, cuyas opiniones fueron publicadas por la prensa estatal, reiteraron el mensaje.
"Me conmovió mucho el discurso del Presidente Jiang", señaló Wang Chongcheng, director del Instituto de Neurocirugía Municipal de Beijing y miembro del partido desde hace más de 50 años. El funcionario alabó los "increíbles" logros del partido y "la profunda preocupación (de Jiang) por la salud de las madres y los hijos".