MOSSY GROVE, Tenessee, Estados Unidos.— Luego de devastadoras tormentas que trazaron un sendero de destrucción desde la Costa del Golfo de México hasta los Grandes Lagos, comunidades de cinco estados norteamericanos iniciaron este martes tareas de reconstrucción, mientras continúa la búsqueda de desaparecidos.
Continúa la búsqueda de desaparecidos tras las devastadoras tormentas.
Más de setenta tornados y tormentas durante el pasado fin de semana y el lunes causaron la muerte de por lo menos 35 personas. Hubo 16 muertos en Tenessee, 12 en Alabama, cinco en Ohio y uno cada uno en Mississippi y Pensilvania. Más de 200 personas resultaron heridas.
Fue la peor oleada de tornados en Estados Unidos desde que más de 70 tornados mataron a 50 personas en Oklahoma y en Kansas en mayo de 1999.
La zona más afectada de Tenessee fue una franja de 8 kilómetros en el condado Morgan, unos 65 kilómetros al oeste de Knoxville. En el condado está situada la localidad de Mossy Grove, donde murieron cuatro personas.
Se desconoce el paradero de unas 40 personas en el condado Morgan. Las autoridades dijeron que las líneas telefónicas estaban interrumpidas y las carreteras quedaron bloqueadas, lo cual les impedía hallar a personas que podrían estar ilesas.
De la veintena de viviendas que tenía Mossy Grove, una docena de éstas quedaron destruidas. En muchos casos, todo lo que quedó fueron los cimientos y escombros de una altura de medio metro.
"La destrucción es casi total", dijo Ken Morgan, funcionario de Oliver Springs, un pueblo vecino. "Mossy Grove ha quedado destruido".
Carbon Hill, un pueblo de Alabama, estaba en una situación similar después de ser arrasada por una serie de tormentas que azotaron la región. Varios árboles pesados cayeron sobre varias viviendas en ese lugar.
"Calculo que una tercera parte del pueblo ha desaparecido", declaró Terry Murray, miembro de las cuadrillas de rescate que llegaron hasta Carbon Hill.
"Nuestras casas han desaparecido. Mi hijo ni siquiera puede encontrar dónde estaba su casa", relató Sheryl Wakefield en Carbon Hill. "Todo ha desaparecido, totalmente".
En Tenessee soplaron ventarrones a 225 kilómetros por hora que arrojaron intensas lluvias y piedras de hielo de unos cinco centímetros de diámetro.
Mientras las autoridades batallaban por evaluar la devastación, el Servicio Nacional de Metereología emitió ayer advertencias de tornado para una vasta zona del este norteamericano, que incluye a Washington D.C., aconsejando a la población a permanecer en sótanos o subsuelos.
La grave situación climática se originó luego que el domingo un fuerte frió chocara con aire caliente y húmedo del Golfo de México.