BOGOTA.— Enérgicas reacciones de condena en sectores religiosos y laicos ha producido en distintos países el secuestro a manos de presuntos guerrilleros del presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), el obispo colombiano Jorge Enrique Jiménez.
El Papa Juan Pablo II expresó este martes desde El Vaticano su "profundo dolor" por el plagio del obispo colombiano y pidió su pronta liberación.
La Conferencia Episcopal de Colombia expidió un comunicado donde calificó la retención de Jiménez y del párroco Desiderio Orjuela que viajaba en su compañía, como una "ofensa a la Iglesia" local y a los obispos de América Latina.
En Venezuela, el arzobispo Baltazar Porras, aseguró que este secuestro es una nueva "injuria" contra la Iglesia, en una carta enviada este martes al presidente de la Conferencia Episcopal colombiana, Pedro Rubiano.
"Estamos pidiendo... un esfuerzo especial para que este peligroso incidente tenga un final feliz y que sea rápido", dijo monseñor Porras, presidente de la Conferencia Episcopal venezolana.
El arzobispo de San Salvador, monseñor Fernando Sáenz Lacalle, calificó el secuestro como algo "irracional" e "injusto".
"Ha sido una tristísima noticia y estamos orando para que se resuelva rápidamente este angustioso problema", dijo a la AP .
La Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, que se reunió este martes en Washington, expresó su preocupación por el caso y por la situación de la iglesia en Colombia.
El cardenal de Boston y jefe del comité de política internacional de los obispos de ese país, Bernard Law, aseguró que monseñor Jiménez "está muy presente en nuestras oraciones".
Richard Boucher, vocero del Departamento de Estado, señaló el martes en Washington, que el "gobierno de Estados Unidos deplora la campaña de secuestros por grupos ilegales armados contra figuras religiosas y gubernamentales".
Aseguró que la embajada en Bogotá fue notificada para que siga permanentemente el desarrollo del caso de Monseñor Jiménez y del párroco Orjuela.
La oficina de la ONU en Colombia, condenó el secuestro del los dos sacerdotes e instó a los responsables a liberarlos de inmediato sanos y salvos.
Desde Chile, el cardenal arzobispo de Santiago, monseñor Francisco Javier Errázuriz, viajó a Colombia para asumir interinamente la presidencia del CELAM, en reemplazo del obispo Jiménez.
El cardenal Errázuriz, quien es el primer vicepresidente del CELAM desde 1999, afirmó que esperan que la liberación de Jiménez no se demore meses, "sino que más bien sea alguien con quien quieran mandar un mensaje a la sociedad", dijo a su llegada a esta capital.
En Italia, el director del Centro Unitario de Misioneros, padre Flavio Saleri, expresó su "perturbación" y "preocupación" por el secuestro del obispo. A nombre de los misioneros italianos pidió su inmediata liberación.
La ministra alemana de Desarrollo Heidemarie Wieczorek-Zeul instó a los secuestradores a soltar "inmediatamente e incondicionalmente" a la víctima del plagio.
El obispo de Puerto Rico Roberto González Nieves suplicó el martes que lo liberen "sin condición alguna".
"La justicia no se logra jamás mediante la injusticia, como tampoco se conquista la paz mediante el terror", dijo González Nieves.
El presidente del CELAM y obispo de Zipaquirá fue secuestrado el lunes junto con otro clérigo en una zona rural distante a unos 50 kilómetros de Bogotá, donde operan guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FARC).
Los militares realizan operativos de búsqueda para rescatar al obispo y al sacerdote de las manos de las FARC, a quienes le atribuyeron la autoría del plagio.