MOSCU.- La aceptación por parte de Irak de la nueva resolución de la ONU sobre la llegada de inspectores internacionales a ese país es un paso importante hacia la paz pese a la agresividad estadounidense, dijo hoy el embajador iraquí en Moscú, Abbas Jalaf.
El mundo "logró rechazar los planes agresivos de Estados Unidos gracias a la comprensión de las autoridades iraquíes", señaló Jalaf tras reunirse con el presidente de la comisión de Asuntos Exteriores de la Duma o cámara baja del Parlamento ruso, Dmitri Rogozin.
Según Jalaf, "el hecho de que la Administración iraquí y, personalmente, (el Presidente) Sadam Husein, hayan aceptado la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU es un paso serio dirigido contra los planes de EE.UU., que trata de lanzar una guerra contra Irak por todos los medios".
Pero, señaló, Bagdad confía en "el poder de la comunidad y la ley internacionales" que han "desempeñado su papel" y tenido éxito a la hora de evitar la aplicación de los planes norteamericanos del uso automático de la fuerza contra Irak.
Jalaf especificó que la comunidad internacional ha obligado a EE.UU. "a trabajar dentro de los límites del Consejo de Seguridad de la ONU".
"Creemos que ésta es una señal a tener en cuenta por la Administración de EE.UU.", aseguró.
El embajador iraquí también explicó que, en sus conversaciones con las autoridades rusas, había abordado el fortalecimiento de las relaciones, "que se están ampliando a pesar de las dificultades creadas por EE.UU. en torno a Irak".
Moscú ha aplaudido la decisión anunciada ayer por Irak de aceptar la nueva resolución de la ONU y el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Igor Ivanov, ha indicado que este paso abre la puerta a un "arreglo político" de la crisis iraquí.
"En Moscú estábamos seguros de que Irak adoptaría esta decisión", dijo Ivanov en una comparecencia televisiva anoche.
Añadió que "ahora resulta muy importante que los inspectores internacionales vuelvan cuanto antes a Irak y comiencen su misión, que es precisamente el objetivo que se proponía Rusia".
Según Ivanov, el jefe del grupo de inspectores de armas de la ONU, Hans Blix, tiene previsto viajar a Bagdad con un primer equipo el próximo día 18, para preparar la llegada del resto de técnicos internacionales.
Moscú procurará "que este despliegue tenga lugar cuanto antes", señaló el ministro, quien añadió que entre los especialistas puestos a disposición de la ONU por unos 40 países del mundo, "desde luego" también estarán expertos rusos.
Ivanov insistió en que "el cumplimiento total de la resolución (por Bagdad) debe llevar al arreglo completo de la situación en torno a Irak, incluido el fin de las sanciones que pesan sobre este país, en estricta concordancia con las resoluciones" de la ONU.
La resolución 1.441 señala que la ONU "ha advertido reiteradamente a Irak que, de seguir infringiendo sus obligaciones, se expondrá a graves consecuencias".
Aunque Ivanov tendió ayer de nuevo la mano al régimen de Sadam Husein, el Kremlin, pocas horas antes, había urgido a Bagdad a acatar la resolución y le había recordado que la ONU acepta el uso de la fuerza en "circunstancias extremas".