JERUSALEN.- El ministro de Asuntos Exteriores de Israel, Benjamín Netanyahu, ha declarado los acuerdos de paz de Oslo de 1993 "nulos e inválidos", así como el tratado de Hebrón por el que la ciudad quedó dividida en dos zonas, una palestina y otra israelí.
Netanyahu ha convocado para la tarde de hoy, domingo, a los embajadores acreditados en Tel Aviv para explicarles la "gravedad" de la situación, tras el ataque de un comando de la Jihad Islámica perpetrado el pasado viernes en Hebrón en el que murieron nueve militares y tres colonos israelíes.
El nuevo ministro de Asuntos Exteriores conversó anoche con el secretario de Estado de EE.UU., Colin Powell, al que insistió en que "es una ilusión creer que (el presidente palestino) Yasser Arafat vaya a proteger a Israel. Arafat no mueve un dedo para frenar el terrorismo e Israel, como cualquier otro país tiene derecho a defender a sus ciudadanos".
Netanyahu calificó el ataque de "masacre" y se muestra dispuesto sin ambages a expulsar a Arafat, tal y como prometió en la convención del Likud celebrada en Tel Aviv el martes pasado ante 2.700 delegados.
Asesores del ministro de Exteriores dijeron que "cuando Netanyahu era primer ministro, la situación estaba más calmada porque Arafat sabía que podía ser desterrado".
Por su parte, el ministro de Defensa, Shaul Mofaz, dijo ayer al secretario de Estado de EE.UU., en una conversación telefónica, que Israel se enfrenta "a una oleada tremenda de terror y tenemos que actuar".
Mofaz dejó claro a Powell que el Primer Ministro israelí, Ariel Sharón, ha dado luz verde al Ejército para intensificar la presión contra Hebrón y para actuar en todos los frentes donde los servicios secretos informan de actividad terrorista.