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OTAN aprueba fuerza de reacción rápida para luchar contra el terrorismo

Tras los sangrientos atentados suicidas del 11 de septiembre de 2001 contra EE.UU., los diecinueve países del bloque consideran que el terrorismo "constituye una amenaza grave y creciente para la población, las fuerzas y el territorio de los países de la Alianza".

21 de Noviembre de 2002 | 12:04 | EFE
PRAGA.- Los líderes de la OTAN aprobaron este jueves un nuevo concepto militar que permitirá a esta organización defensiva hacer frente con eficacia a "cualquier ataque terrorista dirigido desde el extranjero".

Los Aliados aprobaron en la cumbre abierta de hoy en Praga una declaración en la que condenaron en los términos más rotundos el terrorismo "en todas sus formas y en todas sus manifestaciones".

Tras los sangrientos atentados suicidas del 11 de septiembre de 2001 contra EE.UU., los diecinueve países del bloque consideran que el terrorismo "constituye una amenaza grave y creciente para la población, las fuerzas y el territorio de los países de la Alianza".

Por ello, se declararon "decididos a combatir esta plaga todo el tiempo que sea necesario", por medio de una respuesta "multiforme y global".

La Declaración de la cumbre de Praga publicada hoy da cuenta de la aprobación por los líderes de un conjunto completo de medidas encaminado a capacitar a la OTAN para afrontar las nuevas amenazas, especialmente el terrorismo y las armas de destrucción masiva.

Fueron los ataques terroristas del 11-S contra EE.UU., y no una invasión de Europa por ejércitos comunistas, los que hicieron que se activara el año pasado, por primera vez en la historia de la Organización, la cláusula de defensa mutua prevista en el Tratado de Washington de 1949.

Los Diecinueve subrayaron hoy que los actuales esfuerzos por transformar y adaptar la OTAN "no deben ser percibidos por ningún país u organización como una amenaza", sino como una prueba de la determinación de los Aliados a la hora de "proteger a la población, el territorio y las fuerzas de nuestros países contra cualquier ataque armado, incluido un ataque terrorista dirigido desde el extranjero".

"Estamos decididos a disuadir y desbaratar cualquier ataque del que pudiéramos ser objeto y a defendernos y protegernos contra él, conforme al Tratado de Washington y a la Carta de las Naciones Unidas", añade la Declaración de Praga adoptada hoy por los líderes de la OTAN.

Para cumplir la gama completa de misiones, incluida la defensa contra el terrorismo, la Alianza ha tomado en esta cumbre una serie de decisiones operativas que van desde la creación de una nueva Fuerza de reacción rápida (NRF), capaz de operar a larga distancia con los medios de combate más sofisticados, hasta la flexibilización de la estructura aliada de mandos y la modernización de sus medios militares.

En particular, la nueva fuerza de respuesta NRF deberá permitir a la OTAN desplegar tropas de élite rápidamente donde sea necesario y llevar a cabo operaciones de combate duraderas y a larga distancia, como la que EE.UU. emprendió en solitario en Afganistán a la caza de los extremistas de Al Qaeda.

La NRF deberá ser capaz de actuar en un ambiente hostil "en el que pudiera verse enfrentada a amenazas nucleares, biológicas y químicas", precisa la Declaración de Praga.

Dentro de la radical transformación de fuerzas y misiones se inscribe el nuevo concepto militar de defensa contra el terrorismo, del que la Declaración proporciona, no obstante, pocos detalles.

Fuentes diplomáticas explicaron que esta nueva misión de la OTAN le llevará a superar en la práctica dos viejos tabúes: la acción militar contra el terrorismo no será meramente reactiva, sino también preventiva, y no se limitará a repeler las agresiones dentro de la zona euro-atlántica, sino que extenderá su radio de actuación a todo el globo.

La OTAN está decidida a actuar no sólo contra los grupos terroristas responsables directos de agresiones como las perpetradas contra las Torres Gemelas y el Pentágono estadounidenses, sino contra quienes los amparen o den apoyo material o cobijo.

Cualquier estado, grupo, organización o actor no estatal que suponga una amenaza para la Alianza o la seguridad de sus miembros quedará englobado dentro de este nuevo concepto militar antiterrorista.

En dicho combate, la Alianza se movilizará "cuando y donde sea preciso", es decir, sin limitación geográfica ninguna, para no dejar santuario libre a los terroristas.