BUENOS AIRES.- El Presidente de Argentina, Eduardo Duhalde, pronosticó hoy que su país saldrá de la recesión a finales de año, tras sostener que la anunciada derogación del "corralito" bancario posibilitará reactivar la alicaída economía local.
"Cuando hay tres trimestres consecutivos de crecimiento se termina la recesión. Ya llevamos dos, estamos esperando el tercero y, realmente, creo que estamos a punto de salir de la recesión", dijo en su habitual espacio de los sábados por la estatal Radio Nacional.
El Mandatario basó su vaticinio en la derogación del "corralito" bancario, que fue anunciada ayer, viernes, y se implementará a partir del próximo lunes 2 de diciembre, pues la liberación de esos fondos "dará nuevo impulso a la economía" argentina, en crisis desde hace cuatro años.
Insistió en que "hay una perspectiva alentadora" para finales de año, aunque puntualizó que para lograr un "crecimiento sostenido y sólido" de la economía local "hace falta seguir arremangándose, mucha acción y más políticas de aliento".
"El próximo gobierno tendrá que arremangarse como lo estamos haciendo nosotros ahora", destacó Duhalde, quien desea traspasar el mando el 25 de mayo venidero a quien resulte elegido en los comicios que el Gobierno ha convocado para el 27 de abril.
También aprovechó para advertir de que el Parlamento, que debe ratificar por ley la convocatoria a elecciones presidenciales, puede "quedar mal parado" si no avala las negociaciones que el Gobierno celebra a lento ritmo con el Fondo Monetario Internacional.
"Estamos en un momento en que la clase política debe demostrar si está capacitada para sacar al país de la crisis o volver a comportamientos que pueden llevarnos al caos, a la anarquía y a un clima de disolución nacional", subrayó Duhalde.
Argentina, que negocia con el FMI una reprogramación de su abultada deuda exterior, se encuentra sumida en un profunda crisis que se refleja en altos niveles desempleo (21,5 por ciento) y de pobreza (casi el 55 por ciento de la población).
La liberación de los fondos atrapados en el denostado "corralito", unos 21.000 millones de pesos (unos 6.000 millones de dólares), según los primeros cálculos de los bancos, fue anunciada el viernes por el ministro de Economía, Roberto Lavagna.
Ese anuncio gubernamental tomó por sorpresa no sólo a los ahorradores que diariamente clamaban, en ruidosas marchas y actos callejeros, por la devolución de sus depósitos, sino también a los bancos, a economistas y dirigentes políticos.
Roque Fernández, quien fue ministro de Economía durante el último tramo del Gobierno presidido por Carlos Menem (1989-1999), respaldó la derogación de las restricciones impuestas el 3 de diciembre del año pasado por el denominado "corralito" bancario.
En declaraciones a Radio Diez, consideró que los ahorradores podrán volcar esos depósitos liberados a la compra de dólares, por lo cual pronosticó que la moneda estadounidense, que el viernes cotizó a 3,48 pesos, puede "dispararse unos centavos".
"Si hay un costo económico, con una suba del dólar y de los precios (de la canasta familiar), vale la pena pagarlo porque va a ser menor que los beneficios. El fin del ’corralito’ tiende a normalizar el sistema de pagos", destacó.
Fernández puso en duda los pronósticos presidenciales sobre un inminente fin de la recesión, al sostener que "lo único que va a reactivar la economía en forma sostenida en el largo plazo es la estabilidad jurídica" y un cronograma electoral "cierto".
Ricardo López Murphy, fugaz ministro de Economía en marzo del año pasado y ahora candidato presidencial por la coalición de centroderecha Movimiento Federal Recrear, sostuvo que "hacía mucho tiempo" que se podría haber derogado el "corralito".
El economista, quien el viernes estuvo en Brasil, donde dijo haber celebrado "más de 20 reuniones" con empresarios y economistas, también se mostró escéptico sobre el vaticinio de Duhalde de que a finales de año terminará la recesión argentina.
"Hay indicadores que muestran una relativa estabilización de la actividad de algunos sectores industriales, pero, en realidad, yo todavía no observo señales muy claras de una pronta reactivación", indicó López Murphy a Radio Mitre.
A su juicio, la misión "esencial, fundamental" que tienen el Presidente Duhalde y el ministro Lavagna, es sellar un acuerdo con el FMI antes del traspaso del mando, pues "no pueden dejarle un problema descomunal" al próximo Gobierno.
