BUENOS AIRES.- El envío de 40 toneladas de alimentos a la provincia argentina de Tucumán, donde hoy otro niño murió por hambre, con lo que suman once las muertes en dos semanas en ese distrito, marcó el comienzo de un programa gubernamental para atender los casos más urgentes de desnutrición infantil.
El denominado "Operativo rescate", previsto inicialmente para asistir a las familias más pobres de Tucumán, donde otros 15 niños están hospitalizados con cuadros severos de desnutrición, "se va a extender a todo el país", anunció el Presidente argentino, Eduardo Duhalde.
Hilda González, la esposa del mandatario y responsable de los planes estatales de asistencia social, y el secretario general de la Presidencia, José Pampuro, se instalarán el lunes en Tucumán para coordinar las tareas de localización y auxilio de los niños en riesgo por desnutrición.
Duhalde aclaró que la intervención de funcionarios nacionales en el "Operativo rescate", del que también tomarán parte las Fuerzas Armadas y organizaciones no gubernamentales, no debe ser interpretada como un avasallamiento de las autoridades provinciales y municipales.
"Tenemos que librar juntos esta batalla contra la desorganización social para erradicar el hambre de todo el territorio argentino", enfatizó el presidente.
La esposa de Duhalde y el secretario general de la Presidencia llegarán el lunes a Tucumán, donde el 9 de julio de 1816 se declaró la independencia del país, para comenzar a distribuir las 40 toneladas de alimentos que la Fuerza Aérea trasladó este sábado a esa provincia, a unos 1.300 kilómetros al norte de Buenos Aires.
La noticia sobre la muerte por hambre de niños, primero en Tucumán y luego otras provincias, sumió al Gobierno argentino en un debate, con cruce de acusaciones, sobre la transparencia en el manejo de los fondos estatales para la asistencia social.
El fiscal federal Guillermo Marijuán presentó el jueves una denuncia penal contra funcionarios municipales de Tucumán, a los que acusa de haberse quedado con parte del dinero de los denominados planes "Trabajar", un subsidio mensual de 150 pesos (42 dólares) para jefes de hogar desempleados.
Las fotografías periodísticas de los niños tucumanos con la sonrisa borrada por el hambre, el rostro más dramático de la crisis económica en que está sumida Argentina, dieron la vuelta al mundo y llevaron a gobiernos y organizaciones de otros países a enviar donaciones y alimentos.
La organización Mensajeros de la Paz, fundada y presidida por el sacerdote católico español Angel García, anunció en Buenos Aires que esa entidad se hará cargo del mantenimiento de 50 comedores sociales en Tucumán para alimentar, con tres comidas diarias, a unos 15.000 niños de familias pobres e indigentes.
El religioso, quien hizo el anuncio acompañado por el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales de España, Eduardo Zaplana, en visita oficial a Argentina, precisó que ese programa solidario será coordinado con Cáritas, la organización de asistencia social de la Iglesia católica argentina.
"En Tucumán he visto más hambre y abandono de niños que en África. Ocho de cada diez niños padecen parasitosis y el 60 por ciento de la población infantil presenta distintos grados de desnutrición", indicó García.
Un informe oficial reveló hace dos semanas que el 20 por ciento de los menores de 16 años de Argentina pasa hambre o sufre enfermedades originadas por la desnutrición.
El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) precisó que 2.108.237 de los casi 9,5 millones de niños y adolescentes del país viven en hogares indigentes, es decir, que no pueden satisfacer sus mínimas necesidades de subsistencia.