JAMMU.- Presuntos rebeldes islámicos irrumpieron el domingo en un templo hindú de la Cachemira india, matando al menos a siete personas e hiriendo a otras 32, dijo la policía.
Dos horas después que los rebeldes irrumpieran a las 7:00 de la tarde (1330 GMT), las fuerzas de seguridad todavía estaban intercambiando disparos con ellos.
Los rebeldes están atrincherados en el complejo religioso Raghunath, de 150 años de antigüedad y ubicado en el corazón de Jammu, la capital invernal del disputado estado de Jammu y Cachemira, en el norte de la India.
Los funcionarios no pudieron precisar cuánta gente todavía estaba en el complejo del templo ni cuántos eran los agresores. Tampoco ofrecieron más detalles sobre el ataque.
Cachemira estuvo en el centro de dos de las tres guerras que han librado la India y Pakistán. En junio, ambas potencias nucleares estuvieron muy cerca de un enfrentamiento armado.
Este fue el ataque más reciente en una nueva ola de violencia después de las elecciones estatales realizadas en septiembre y octubre, en las cuales los candidatos prometieron trabajar para conseguir la paz en la región.
El templo de Raghunath fue escenario de una ataque similar el 30 de marzo, en el cual murieron 10 personas, incluyendo a tres soldados y dos militantes.
Desde que estalló una revuelta a fines de 1989, varios grupos militantes han estado luchando por la independencia de Cachemira o su anexión al vecino Pakistán.
La región ha estado en disputa desde 1947, cuando ambos países lograron su independencia de Gran Bretaña.
Hace casi un año desplazaron un millón de soldados hacia su frontera común tras un ataque al parlamento indio en diciembre, del que la India culpó a militantes radicados en Pakistán que combaten su gobierno en el estado de Jammu y Cachemira, de mayoría musulmana.
India acusa a Pakistán de ayudar a militantes musulmanes a cruzar la frontera hacia la región india de Cachemira para unirse a la revuelta de los independentistas musulmanes que luchan por la creación de un Estado independiente. Islamabad rechaza esas acusaciones.
A fines de octubre, la India comenzó a retirar sus soldados de la frontera y dijo que el repliegue completo de sus tropas tomaría cerca de seis semanas