PARÍS.- El ministro argentino de Economía, Roberto Lavagna, que inicia hoy en Francia una gira por cuatro países europeos, afirma que su país no firmará un acuerdo "a cualquier precio" con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
"Para bailar el tango, se necesitan dos", completó el ministro visitante.
Antes de salir de Buenos Aires, Lavagna hizo unas declaraciones al diario económico parisiense "La Tribune" en la que sostiene: "las condiciones técnicas para firmar se dan desde agosto (...). Quizás se nos podría pedir más si pidiéramos dinero fresco, pero no es el caso".
El ministro argentino aseguró: "no asumiremos compromisos que no podamos cumplir. Argentina no respetó quince de los últimos 19 acuerdos con el FMI. No vamos a volver a empezar".
Lavagna explicó que el objetivo de su viaje a Francia, Alemania, Italia y España es "aclarar la situación" de la economía argentina, ya que la opinión que existe de este país en el extranjero está todavía marcada por los pronósticos "muy negativos" que se hacían hace unos meses.
"La realidad ha desmentido" esa visión, afirmó el ministro: el Producto Interior Bruto ha aumentado durante dos trimestres, debería hacerlo en el tercero, y para el 2003 "apostamos" por un crecimiento del 3%, cifra que figura en el presupuesto, mientras que "los bancos españoles, por ejemplo, estiman que el crecimiento será del 4,5%".
Lavagna se reúne esta tarde con el ministro francés de Economía y Finanzas, Francis Mer, y mañana martes, con un alto cargo del Ministerio de Exteriores y con directivos de las principales empresas francesas implantadas en Argentina.
Varias de estas empresas iniciaron el pasado verano los procedimientos previstos por el tratado bilateral de inversiones para cubrir sus riesgos, tras la devaluación del peso en enero pasado y la congelación de las tarifas de servicios públicos.
Lavagna defendió el aumento del 9% de las tarifas propuesto por el Gobierno, cuando las empresas de servicios reclaman un incremento de un 30% como mínimo.
"Siempre dijimos que la situación no justificaba el ajuste de las tarifas antes de octubre-noviembre", señaló el ministro, antes de afirmar que el aumento propuesto del 9% "nos parece adaptado a la situación".
Dijo que de los 59 contratos afectados, "no hay ningún caso de sociedad que no cubra sus costes operativos", aunque admitió que "es cierto que no cubren la amortización de sus inversiones".
"Hay que tener en cuenta la realidad del mercado: ¿de qué serviría instituir tarifas que los usuarios no podrían pagar? ¿Para qué aumentar el precio de las comunicaciones telefónicas cuando el número de líneas ha disminuido en cerca de un millón?", preguntó.
Entre las empresas francesas que han invocado el tratado bilateral de inversiones, que prevé reparaciones cuando las compañías son perjudicadas por "actos u omisiones del Gobierno", se encuentran la eléctrica estatal EDF, la petrolera TotalFinaElf y el grupo Suez de servicios de agua, saneamiento y energía.
El Gobierno francés intenta ver qué se puede hacer, indicaron a EFE fuentes próximas al caso.
Para el Ejecutivo galo, las denuncias de las empresas son "jurídicamente legítimas" y sus problemas son "reales", pero también entiende la difícil situación del Gobierno y el pueblo de Argentina, agregaron las mismas fuentes.