LONDRES.- Rowan Williams, controvertido defensor de homosexuales y promotor de que haya mujeres en el episcopado, se convirtió el lunes en el nuevo arzobispo de Canterbury y líder espiritual de los 70 millones de anglicanos del mundo.
El arzobispo de Gales, de 52 años, de hablar pausado y druida (sacerdote de una orden religiosa céltica) honorario, asumió el lunes sus funciones tras una ceremonia en la catedral de St. Paul, pero será entronizado hasta fines de febrero.
Incluso antes de empezar su trabajo como líder de la Iglesia de Gran Bretaña, Williams enfureció a los conservadores por su tolerancia ante los homosexuales y por promover que haya mujeres obispo.
"Me parece muy triste y muy revelador que cuando se trata de temas sexuales nos convirtamos en personas menos inteligentes al leer la Biblia", dijo Williams el domingo durante una entrevista con la BBC.
"Si la Biblia es muy clara -como creo que es- cuando dice que un heterosexual que se entrega a actividades homosexuales en busca de variedad y gratificación no está siguiendo la voluntad de Dios, ¿significa eso que automáticamente ésa es la única actividad homosexual que puede haber?, preguntó.
"Mi conclusión personal es que puede haber casos para admitir de buena fe las relaciones entre sexos iguales", agregó.
El nuevo jerarca, de barba gris y gruesos espejuelos, del sur de Gales, tampoco se ha mostrado prudente al criticar al gobierno de Gran Bretaña por su creciente postura belicista hacia Iraq, y ha cuestionado las relaciones entre la Iglesia y el Estado.
En una entrevista con el semanario Church Times, días antes de iniciar su trabajo como líder espiritual, dejó ver claramente que no está desalentado por la nueva carga de trabajo.
Williams, quien se describe a sí mismo como un "formulador de preguntas", dijo que su iglesia -que ya está dividida sobre el tema de las mujeres sacerdotes- debe enfrentar y resolver un tema mucho más controvertido: el de las mujeres obispo.
"No veo objeciones teológicas sobre la posibilidad de ordenar a algunas de nuestras mujeres sacerdotes como obispos", dijo.
"No podemos perpetuar indefinidamente una situación en la que, en el seno de una organización, el ministerio de algunos es visto en forma negativa", agregó.