BAGDAD.- Los inspectores de armas de la ONU tuvieron que recurrir hoy al "teléfono rojo" para comunicarse con las autoridades de Bagdad tras surgir el primer problema desde que comenzaron su misión en Irak, informaron hoy fuentes iraquíes.
El incidente se produjo cuando los inspectores se disponían a inspeccionar un laboratorio del ministerio iraquí de Salud, según las fuentes, que lo calificaron de "problema menor".
"El teléfono rojo fue utilizado y acudimos inmediatamente a resolver el problema", dijo a la prensa el jefe del departamento iraquí de supervisión, Husaim Amin, quien prometió que daría más detalles sobre el incidente.
Expertos de Naciones Unidas examinaron el viernes en Bagdad una planta de misiles y un centro de control de enfermedades, en la primera vez que operan durante un día sagrado para los musulmanes tras su regreso a Iraq el mes pasado, luego de una ausencia de cuatro años.
Inspectores de la Comisión de Monitoreo, Verificación e Inspección (UNMOVIC) se dirigieron en cuatro vehículos hasta el centro de misiles Ibn al-Haitham en el suburbio de Kadhimiya, en el norte de Bagdad.
Otro equipo revisó el Centro para el Control de Enfermedades Trasmisibles, administrado por el ministerio de Salud, y ubicado también en Bagdad.
El amurallado complejo Ibn al-Haitham es administrado por la Compañía Pública al-Karamah, integrante de la Comisión de Industrialización del Ejército.
De acuerdo con un informe del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos de Londres, la planta fue construida en 1992 como centro de investigación y diseño de los misiles de corto alcance al-Sumoud.
Las resoluciones de la ONU permiten que Irak tenga misiles cuyo alcance no exceda los 150 kilómetros.
El centro Ibn al-Haitham, que fue blanco de bombardeos estadounidenses y británicos en 1998, ha sido reconstruido, según reportes. Antes estuvo bajo el monitoreo de UNSCOM, el antiguo organismo de inspecciones de la ONU.
Inspectores de UNMOVIC y de la Agencia Internacional de Energía Atómica (IAEA, por sus siglas en inglés) registraron al menos seis sitios el jueves, poniendo a prueba la afirmación de Bagdad de que no posee ya armas prohibidas.
El número de inspectores en Irak ascendió a 98 el jueves, con la llegada de otros 28.
Advertencia Siria
El Presidente sirio, Bashar al-Assad dijo el viernes que una guerra liderada por Estados Unidos contra Irak crearía un "terreno fértil para el terrorismo" y tendría consecuencias impredecibles para toda la región.
Dibujando lo que calificó de un "negro panorama" de lo que sucedería si Washington entraba en guerra con Bagdad, Assad declaró al periódico Times de Londres que lejos de eliminar lo que percibe como una amenaza, una guerra crearía "terreno fértil para el terrorismo".
"Las consecuencias no van a estar limitadas al interior de Irak. Toda la región va a entrar en lo desconocido", dijo en una entrevista previa a su visita a Gran Bretaña, la semana próxima, para sostener conversaciones con el primer ministro Tony Blair, el principal aliado de Washington en la política hacia Irak.
Assad desafió la posición de Washington de que el presidente iraquí Saddam Hussein es una amenaza para la región, diciendo: "Nosotros somos un mejor juez de esto porque vivimos en la región".
Por su parte, Richard Perle, jefe de la Junta de Revisión de Política del Departamento de Defensa de Estados Unidos dijo en entrevista publicada también el viernes que había muy pocos inspectores en Irak para hallar armas de exterminio masivo, y culpó de esto al presidente francés Jacques Chirac.
"La estrategia constante de Francia durante las negociaciones sobre la Resolución 1441 fue reducir el alcance de las inspecciones, reducir la eficiencia potencial de los inspectores en el terreno", declaró al diario francés Le Figaro.
Perle, un republicano conservador, había criticado a Francia antes por no participar en ataques militares contra Bagdad.
El funcionario estadounidense también dijo que Francia se oponía a la propuesta de Washington de que científicos iraquíes sean sacados del país para ser entrevistados.
El general Hussam Mohammed Amin, el funcionario iraquí de más alto rango que trata con los inspectores, dijo el jueves que se estaba preparando una lista de científicos iraquíes para entregársela a los equipos de la ONU.