BOGOTA.- El Presidente de Colombia, Alvaro Uribe, fue autorizado este jueves por el Congreso para iniciar negociaciones de paz con la guerrilla y los paramilitares, conceder amnistías a sus combatientes y tratar de poner fin a la guerra interna que azota al país.
El Congreso aprobó un proyecto que entrega poderes especiales al Mandatario para iniciar negociaciones de paz con grupos ilegales armados sin la condición previa de concederles un reconocimiento político, como exige actualmente la ley.
La autorización del cuerpo legislativo podría agilizar el inicio de negociaciones de paz entre el Gobierno y los paramilitares de ultraderecha, que iniciaron un cese de hostilidades desde el primero de diciembre como preámbulo a un proceso que permita su desmovilización.
Sobre la base de lo aprobado por el Congreso, que deberá ser sancionado por el Presidente, el Gobierno podrá entregar el control de zonas del país a grupos ilegales armados dentro de una negociación de paz, sacar de esas regiones a las fuerzas militares y conceder indultos o amnistías.
"El camino de la paz, desde el punto de vista jurídico, está asegurado, eso es lo que al país le interesa". dijo el ministro del Interior, Fernando Londoño.
No obstante, el proyecto de ley impone algunas restricciones debido a que los indultos o amnistías no podrán ser concedidos a personas que cometan actos atroces, terrorismo, secuestro, genocidio u homicidio fuera de una situación de combate.
Colombia, país de más de 40 millones de habitantes, afronta una guerra interna de 38 años en la cual las guerrillas de las izquierdistas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y del Ejército de Liberación Nacional se enfrentan con los grupos paramilitares.
En la confrontación, que dejó 40 mil muertos en la última década, intervienen también las fuerzas de seguridad del Estado, que combaten a los rebeldes y paramilitares.
Las FARC y el ELN cuentan en conjunto con unos 22 mil combatientes, mientras que las paramilitares Autodefensas de Colombia (AUC), el mayor grupo de su tipo en el país, tiene unos 10 mil hombres en armas.
El proyecto de ley también despeja para el futuro cualquier negativa de la guerrilla a negociar por conceder un reconocimiento político a los paramilitares, sus enemigos acérrimos.
Durante las fallidas negociaciones de paz de más de tres años con las FARC, que colapsaron en febrero pasado, ese grupo amenazó con romper el diálogo si se le daba reconocimiento político a los paramilitares, escuadrones ilegales que combaten a los rebeldes con métodos violentos.