MADRID.- Los expertos que trabajan en el batiscafo francés "Nautile", que examina la situación del buque petrolero hundido frente a costas españolas, lograron cerrar con éxito una de las grietas por las que escapa el combustible que transportaba el tanquero, informó el viernes el Gobierno.
"En este momento se ha colocado una tapa que está funcionado con éxito y por ahí ya no sale hidrocarburo", dijo en una conferencia de prensa el vicepresidente primero del Gobierno español, Mariano Rajoy.
El "Nautile" detectó en una de sus inmersiones la existencia de 14 grietas en el casco del petrolero Prestige, del que brotan diariamente alrededor de 125 toneladas de combustible que demoran un día en llegar a la superficie.
El buque, hundido a 3,5 kilómetros de profundidad, llevaba más de 77.000 toneladas de combustible de calefacción cuando naufragó frente a las costas de Galicia el 13 de noviembre, buena parte del cual se ha vertido al mar, causando la peor catástrofe ecológica en España.
Además, el Gobierno informó el viernes que se había podido medir la temperatura del flujo que sale al agua por una de las grietas, con el fin de determinar si el fuel se solidificará y en caso afirmativo determinar cuándo ocurrirá.
"La temperatura del fuel al salir al agua es de 10 grados. Si en medidas posteriores se mantiene este valor o uno próximo, se confirmará la tesis de que el fuel de los tanques todavía tiene que enfriarse y, por tanto, cabe esperar un aumento de la viscosidad que reduzca la velocidad de salida", explicó el vicepresidente.
No se pudo medir aún la temperatura del fuel que hay dentro del tanque, pero Rajoy dijo que se intentará.
El Comité Científico creado esta semana por el Gobierno considera que los tanques, que ahora albergan unas 56.000 toneladas de combustible, podrían tardar entre 5 y 39 meses -hasta marzo de 2006- en vaciarse.
La provincia de Galicia, mientras tanto, se mantenía el viernes en estado de alerta ante la posibilidad de que llegue a las costas una tercera marea negra, después de que las dos anteriores obligaron a prohibir la pesca en toda la costa gallega.