"Lula" recibió su certificado en la sede del Tribunal Superior Electoral, en Brasilia.
BRASILIA.- El socialista Luiz Inácio "Lula" da Silva recibió hoy con lágrimas el primer diploma en sus 57 años de vida, el de Presidente de Brasil, mientras sus correligionarios esperan con entusiasmo la ceremonia de investidura, el 1 de enero próximo.
"Lula", que en la última semana arrancó aplausos del sector productivo y críticas del ala radical de su partido con el anuncio de los primeros cinco ministros de su gabinete y del nuevo titular del Banco Central, hoy emocionó a sus electores al recibir el certificado de su mayor triunfo electoral.
Forjado en la política desde los movimientos sindicales de los años '80, "Lula" será investido el 1 de enero como el primer Jefe de Estado en Brasil sin título profesional y con apenas una formación técnica como tornero mecánico.
"Si había alguien en Brasil que dudase de que un tornero mecánico, salido de una fábrica, llegaría a la Presidencia de la República, el año de 2002 probó exactamente lo contrario", dijo con voz entrecortada y lágrimas en los ojos.
"Lula" tomó aire, bebió agua y añadió con dificultad: "Y yo, que durante tantas veces fui acusado de no tener diploma superior, gano mi primer diploma de Presidente de la República de Brasil".
Un golpe seco en la mesa en gesto de victoria bastó para que sus correligionarios lo acogieran con una ruidosa ovación mientras a pocos metros su esposa, Marisa, lo seguía con miradas de halago.
"Lula" y el vicepresidente electo de Brasil, José Alencar, recibieron los respectivos certificados en la sede del Tribunal Superior Electoral, en Brasilia.
La entrega de los diplomas constituye una regla obligatoria para la posesión de los gobernantes brasileños.
Igual emoción a la de hoy exteriorizó "Lula" el 22 de noviembre pasado, cuando unas 20.000 personas salieron vestidas de rojo a las calles de la humilde Caetés para saludarle como su "hijo ilustre".
Fue un reencuentro también marcado por el llanto, 50 años después del día que emigró con su familia para "no morir de hambre".
"Lula" abandonó en 1952 su ciudad natal, localizada a 252 kilómetros de Recife, la capital de Pernambuco. En un camión de carga huyó con sus parientes de la sequía que azota la mayor parte del año a los nueve estados localizados en el noreste del país.
El acto de hoy al que asistieron unos 500 invitados, se produjo 48 días después de la segunda vuelta electoral que proclamó al abanderado del Partido de los Trabajadores (PT) como sucesor del Presidente Fernando Henrique Cardoso.
La elección de "Lula" y Alencar se produjo en la segunda vuelta, el 27 de octubre pasado, al obtener 52,7 millones de votos, el 61,27 por ciento de los sufragios válidos. El candidato oficialista, José Serra, recibió el 38,73 por ciento de los válidos.
La ceremonia formal terminó siendo un acto nostálgico que dejó en segundo plano el interés por las nuevas movidas ajedrecísticas del Presidente electo y de sus asesores para formar el nuevo Gobierno.
Tras su primera reunión con el Presidente de Estados Unidos, George W. Bush, "Lula" anunció en Washington que su ministro de Hacienda será el médico Antonio Palocci, actual coordinador de su equipo de transición, y que la cartera de Medio Ambiente quedaría en manos de Marina Silva, una antigua discípula del ecologista Chico Mendes, asesinado en 1988.
De las filas del oficialismo brasileño, "Lula" convocó a Henrique Meirelles para presidir el banco emisor, y a dos empresarios que apoyaron activamente la campaña de Serra para los ministerios de Desarrollo y de Agricultura.
Meirelles, ex presidente mundial del BankBoston, trabajará en el Gobierno con Luiz Fernando Furlan, que ocupará la cartera de Desarrollo, y con Roberto Rodrigues, promovido para la de Agricultura.
El embajador en Londres, Celso Amorim, será el nuevo ministro de Relaciones Exteriores de "Lula", que en las próximas horas puede anunciar su ministro de Cultura.
Para este último puesto, la prensa apuesta por otra sorpresa: el cantante Gilberto Gil.