DUBAI.- El barco norcoreano "So San" con quince misiles Scud a bordo, llegó hoy al puerto yemení de Hodeida, en el Mar Rojo, donde está siendo descargado, dijeron fuentes oficiales contactadas en Yemen.
El carguero, que había entrado el viernes en otro puerto yemení para repostar, fue recibido en Hodeida por el Presidente de Yemen, Ali Abdulá Saleh, y otros altos cargos de ese país, y después de concluir varios procedimientos legales se empezó a descargar la controvertida mercancía que llevaba a bordo.
Los misiles habían sido requisados el lunes pasado por la Armada española en el Golfo de Adén, a petición de EE.UU., pero su entrega a Sana fue aprobada posteriormente por el Presidente estadounidense, George W. Bush.
La devolución de los cohetes se produjo después de que las autoridades de Sana presentaran el miércoles una protesta oficial a EE.UU. y a España por la confiscación, al tiempo que se comprometían a no comprar más misiles a Corea del Norte.
Saleh había admitido ya en agosto que su país había comprado misiles a Corea del Norte y, pese a expresar reparos, Washington no condenó ni sancionó entonces a Sana por ese trato comercial, aunque sí al país asiático, incluido junto Irak e Irán en lo que Bush definió en enero como "el eje del mal".
La devolución pone fin a un suceso que elevó aún más durante algunas horas la tensión en la Península Arabiga, donde EE.UU. y el Reino Unido han destacado gran número de tropas y armamento para un eventual ataque a Irak.
La fragata española Navarra fue la que interceptó el barco norcoreano en el marco de la operación "Libertad Duradera", lanzada por EE.UU. tras los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 en Washington y Nueva York, y en la que también participa el buque de aprovisionamiento español Patiño.
La operación -de carácter antiterrorista y de la que forman parte varios países de diferentes partes del mundo- tiene como objetivo supervisar el tráfico marítimo entre la Península Arábiga y el Cuerno de África.
Expertos militares temen que barcos que surcan las aguas entre esas dos regiones, sirvan de conexión entre las células que se sospecha que la red terrorista Al Qaeda, de Osama Bin Laden, conserva en ambas orillas.