BUENOS AIRES. - El presidente argentino Eduardo Duhalde dijo este sábado que lo peor de la crisis que desde hace más de cuatro años castiga a la economía de su país pasó y aseguró que caerá la tasa de desempleo, ubicada en niveles récord en torno de 25% de la población económicamente activa.
"Por primera vez, en este mes se van a registrar caídas muy significativas en el desempleo. Es evidente que se está tomando mano de obra en las grandes urbes y en el campo más aún. Estamos exportando como nunca y abriendo fábricas, y esto se va a reflejar en los índices de desocupación", afirmó el mandatario.
Duhalde resumió que "lo peor de la crisis ha pasado", en declaraciones radiales en Río Turbio (2.800 km al sur), en el sur andino-patagónico, donde presidió el acto de reactivación de la mina carbonífera que hace exactamente 60 años dio origen a la fundación de esa ciudad.
"Hace cuatro o cinco meses la mina parecía inviable y hoy vuelve a ser rentable, como tantas otras actividades, porque en Argentina ha pasado lo peor de la crisis y se está poniendo en marcha la rueda de la industria y la producción", dijo el presidente.
El mensaje optimista de Duhalde fue reforzado por la ministro de Trabajo, Graciela Camaño, quien aseguró a una radio de Buenos Aires que "las empresas están tomando gente y no están despidiendo personal".
"Tenemos datos del mercado laboral, con base en una encuesta entre empresas, y estamos seguros de que ha comenzado a descender el cuadro de desocupación con creación de empleo genuino", remarcó.
El prolongado retroceso de la economía argentina y la destrucción de puestos de trabajo tuvo entre sus secuelas una expansión masiva de la pobreza, especialmente en los momentos culminantes de la crisis, cuando la tasa de cesantía pasó en un año de 32% a 53% de la población de 36 millones de habitantes.
Entre los pobres el 22% es indigente, es decir que no tienen ingresos para cubrir una canasta básica de alimentos calculada en unos 300 pesos (85 dólares)mensuales.