WASHINGTON.- El Presidente de Estados Unidos, George W. Bush, está "preocupado" por lo que considera "omisiones" en el informe que presentó Irak sobre sus presuntas armas de destrucción masiva, lo anunció hoy la Casa Blanca, mientras se espera el inminente discurso del Mandatario norteamericano sobre la posición que tomará su país.
El vocero presidencial, Ari Fleischer, dijo hoy en un virtual adelanto del mensaje de Bush -quien se prevé que mañana o el viernes anuncie que su gobierno considera que Irak violó la resolución de desarme emitida por el consejo de seguridad de las Naciones Unidas- que el Presidente está "preocupado".
Estados Unidos parece decidido a mantener la marcha de colisión con Irak, aunque -en sus declaraciones a la prensa- Fleischer no habló todavía de ninguna abierta infracción por parte de las autoridades de Bagdad, que pueda desencadenar las "serias consecuencias" que prevé la resolución 1441 de la ONU, y que para la Casa Blanca significan el recurso a la guerra.
El secretario de Estado, Colin Powell, confirmó hoy que un nuevo paso en la toma de posición de Estados Unidos ante la cuestión iraquí se conocerá mañana mismo.
En efecto, el ministro de Exteriores adelantó que mañana -junto al embajador estadounidense ante la ONU, John Negroponte- dará a conocer una declaración oficial sobre el informe presentado por Irak.
Hablando durante una conferencia de prensa, tras una reunión con delegados de la Unión Europea, Powell insistió en que existen omisiones y problemas en la documentación iraquí, que consideró "inquietantes".
Powell reconoció no sentirse "alentado" sobre la posibilidad de una cooperación de Irak después de haber visto la documentación sobre los programas de desarrollo de armas de destrucción masiva presentada por las autoridades de ese país.
Hablando informalmente con la prensa esta mañana, Fleischer señaló que Estados Unidos actuará "de manera determinada" para lograr un desarme pacífico de Irak y que pretende evaluar cualquier acción contra Bagdad de manera consensuada con otros países.
"Seguiremos llevando adelante un acercamiento muy deliberativo al enfrentar esta cuestión y las potenciales consecuencias" de la evaluación del reporte iraquí, dijo.
Pero los temores de una nueva conflagración en la zona del Golfo Pérsico siguen presentes, ya que el Presidente Bush "está preocupado por la falta iraquí al presentar la información" en el documento elevado a la ONU, dijo Fleischer.
Bush -completó el vocero durante la habitual rueda de prensa en la Casa Blanca-"está preocupado por las omisiones y por los problemas en este documento".
La toma de posición de Estados Unidos podría hacerse pública mañana, después de que el jefe de los inspectores de la ONU, Hans Blix, presente su informe ante el Consejo de Seguridad del organismo, o el viernes, cuando Bush recibirá en la Casa Blanca a los representantes del "cuarteto", el grupo de diplomáticos de Estados Unidos, la Unión Europea, Rusia y las Naciones Unidas que se ocupa del proceso de paz en Medio Oriente.
Preparativos de guerra
En tanto, los principales referentes de la administración Bush siguen dando a entender que Washington continúa preparándose para una acción militar contra Irak.
Si se establece que Irak posee armas de destrucción masiva y que representa una amenaza para Estados Unidos, el país debe responder "lo más rápido posible", dijo hoy el consejero para la Seguridad Interior de la Casa Blanca, Tom Ridge.
Por su parte, el ex secretario de Estado Henry Kissinger, un verdadero "gurú" de las relaciones internacionales en Estados Unidos, se declaró hoy convencido de que una guerra con Irak es "inevitable". En estos momentos, dijo Kissinger, Estados Unidos está en un punto sin retorno y "no nos queda otra posibilidad".
La visión del ex ministro de Exteriores fue en cierta forma suscripta por la Casa Blanca, cuando Fleischer reiteró que la visita de los inspectores internacionales a Irak es "la última chance" para el gobierno de Saddam Hussein.
Con el correr de los días, Estados Unidos deberá enfrentar los dilemas que presenta la resolución 1441 de la ONU si desea consumar la ofensiva militar contra Irak.
El texto de las Naciones Unidas establece que si se encuentran violaciones flagrantes de los reclamos de desarme, la comunidad internacional podrá recurrir a las "graves consecuencias".
La Casa Blanca está convencida de que Irak miente cuando asegura que no cuenta con armas de destrucción masiva, pero todavía no decidió a que violación recurrirá para denunciar a Bagdad. Bush está manteniendo continuas reuniones con sus asesores y, según trascendió, está surgiendo una estrategia.
Al parecer, el próximo paso de las autoridades norteamericanas será exigir que los inspectores mantengan entrevistas con científicos iraquíes que viven en el exterior y, se sospecha, habrían trabajado en los programas para el desarrollo de armas químicas y biológicas.
Según esta versión, Bush da por descontado que el gobierno de Bagdad se negará a que se realicen esas entrevistas, actitud que Washington consideraría una violación material de la resolución suficiente como para invocar las "graves consecuencias".