CARACAS.- En tensa calma culminaron este viernes las marchas opositoras y oficialistas que paralizaron por completo la capital venezolana.
El paro nacional entró a su decimonovena jornada sin que se logre vislumbrar un acuerdo entre el Gobierno y la oposición en la mesa de negociaciones que permita una salida pacífica a la difícil situación de Venezuela.
La escasez de combustible y alimentos se ha convertido en el catalizador de la crisis generada por la huelga nacional convocada por la oposición para presionar la renuncia del Presidente Hugo Chávez y el llamado inmediato a elecciones.
Ríos humanos, provenientes de diferentes puntos de la capital, se agolparon a lo largo de las principales avenidas y autopistas que comunican el este y oeste de la capital en una acción de protesta denominada la "Mega-Marcha".
Al promediar la tarde, la convocatoria de oposición evidenciaba que fue respondida abrumadoramente por los caraqueños, quienes colmaron las principales calles, avenidas y varios tramos de la autopista que cruza de este-oeste la capital.
Levantando banderas venezolanas y pancartas contra el gobierno cientos de miles de manifestantes opositores caminaron más de cinco kilómetros, bajo un inclemente sol, para exigir la dimisión de Chávez.
"Quiero que salga Chávez, ha roto el estado de derecho, no tiene ideas democráticas", dijo Gina González, estudiante de derecho 21 años, quien llevaba una pancarta que decía "Prefiero morir, que vivir bajo el yugo del monstruo de Sabaneta (poblado natal de Chávez)".
"El máximo valor para mi es la libertad, sin esta no tiene sentido vivir, por eso estoy marchando", agregó.
"Estoy aquí para echar pa...lante a mi Presidente Chávez", comentó Rosa Ruiz, una humilde ama de casa de 47 años, quien viajó con 14 miembros de su familia en unos autobuses rentados por el partido oficialista, desde la población occidental de Tucacas, estado Falcón, que está a unos 170 kilómetros de Caracas, para participar en la marcha a favor del gobierno.
"Yo defiendo la constitución de Venezuela y a mi presidente Chávez. Esta es la única manera de enfrentar el terrorismo y el intento de dominar al pueblo", señaló Alberto García, un técnico aeronaútico de 37 años, mientras levantaba con la mano izquierda un ejemplar de la carta magna.
Unos 5.000 oficialistas también salieron a calles del oeste y centro de la capital para manifestar su respaldo al gobierno y protestar contra la paralización de la estatal Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA).
Los seguidores del gobierno culminaron su marcha en los alrededores de la sede administrativa de PDVSA, en la urbanización La Campiña, que está en el noreste de la capital.