WASHINGTON.- Estados Unidos podría empezar hoy a entregar información secreta a los inspectores de armas de la ONU en Irak sobre arsenales que no reveló ese país en su informe entregado a las Naciones Unidas, según fuentes oficiales de Washington.
La Casa Blanca parece haber tomado la decisión con el fin de facilitar y fortalecer las tareas de los inspectores de armas y probar que "Bagdad miente".
El Presidente de EE.UU., George W. Bush, calificó hoy, sábado, una vez más a Irak como "un grave peligro", e insistió en el desarme de ese país como parte de la campaña contra el terrorismo que Estados Unidos empezó en Afganistán el 7 de octubre de 2001.
Ante la posibilidad de un conflicto armado con Irak, y problemas internos, Bush se vio forzado a postergar una gira prevista del 10 al 17 de enero por Senegal, Nigeria, Sudáfrica, Mauritania y Kenia.
Sin embargo, fuentes de la Casa Blanca dejaron claro que esta decisión no significa que se esté a punto de una guerra con Irak.
Fuentes del Gobierno dijeron este fin de semana que después de sopesar la conveniencia de facilitar nueva y mayor información confidencial a los inspectores de armas de la ONU para que puedan cumplir mejor sus actividades en Irak, se ha decidido empezar hoy a entregar parte de los secretos obtenidos por el espionaje estadounidense.
En principio había reticencias a facilitar esta información, de acuerdo a funcionarios cercanos al plan citados hoy por los diarios "The Washington Post" y "The New York Times", por el temor a que esos datos pudieran caer en manos de las autoridades iraquíes y pusieran en riesgo sus fuentes.
El jefe de los inspectores de la ONU, Hans Blix, había solicitado mayor cooperación estadounidense sobre los secretos que posee acerca de la posibilidad de que Irak tenga armas de destrucción masiva, a pesar de que ese país sostiene que en su informe de 12.000 páginas sobre sus arsenales, entregado el 7 de diciembre, está toda la verdad.
Bush permanecerá en la residencia presidencial de Camp David (Maryland) desde hoy hasta la Nochebuena, antes de viajar a su rancho en Texas donde estará 10 días, a espera del desarrollo de los acontecimientos sobre Irak.
Blix ha insistido en que no puede llevar a cabo de forma precisa la inspección de centros iraquíes sospechosos de producir armas de destrucción masiva, sin contar con información de inteligencia específica de EE.UU..
Superados en parte los temores estadounidenses de que pueda ocurrir una posible filtración de datos del espionaje por parte de los inspectores de armas, la Casa Blanca está ya lista para empezar "el experimento" de la entrega de esa información secreta, dijeron fuentes del Gobierno.
Un funcionario de Washington citado por "The New York Times", dijo que como muy tarde este fin de semana podría ser entregada a los inspectores de las Naciones Unidas información de inteligencia de alta calidad.
La entrega se haría en la sede de la ONU en Nueva York, y en las oficinas centrales de la Agencia Internacional de Energía Atómica en Viena.
Al parecer, la Casa Blanca ha indicado sus deseos de que la información que se entregue en la actualidad y en el futuro llegue a manos de los inspectores de armas cuando estos se encuentren a punto de verificar lugares sospechosos, y antes de que los servicios del espionaje de Irak puedan detectar sus intenciones.
El Presidente Bush no mencionó la posibilidad de compartir la información secreta estadounidense con el grupo de la ONU cuando habló brevemente sobre Irak el viernes, oportunidad en la que insistió en que el informe de Bagdad sobre sus arsenales, no da esperanzas a la paz.
Mientras el Pentágono prepara el envío de otros 50.00 militares a la región del golfo Pérsico para contar con un total de 100.000 hombres listos para el combate en esa zona, la Casa Blanca reiteró que Estados Unidos continuará trabajando con los aliados respecto a Irak en el proceso de consultas.
La Casa Blanca subrayó que si el presidente iraquí Sadam Huseín no se desarma, "EE.UU. liderará una coalición para desarmarlo".