KABUL.- Representantes de las seis naciones vecinas de Afganistán están en esta capital el domingo para firmar un pacto de no agresión que el gobierno espera pondrá fin a años de la interferencia extranjera que ha agravado los conflictos del país.
El acuerdo se daría exactamente un año después de que el Presidente Hamid Karzai llegó al poder como jefe del gobierno interino durante una conferencia en Bonn, Alemania. Karzai fue nombrado presidente en junio.
El ministerio de Relaciones Exteriores señaló que la "Declaración de Kabul" será suscrita para "subrayar las relaciones constructivas y amigables, el respeto de la soberanía e integridad territorial de cada uno, y poner fin a actos que puedan poner en peligro la paz y estabilidad regional".
Se espera que China, Pakistán, Irán, Turkmenistán, Uzbekistán y Tayikistán firmen el pacto. Representantes de India, Arabia Saudí y Naciones Unidas asistieron a la conferencia.
"Un Afganistán seguro, pacífico y amigable es la clave de nuestro éxito colectivo", dijo Karzai durante el discurso inaugural de la conferencia. "Necesitamos fortalecer nuestros lazos de hermandad y amistad, y colaborar para lograr una región libre de terrorismo, extremismo y atraso".
"Espero que todos hayamos aprendido de nuestros errores pasados y seguiremos el curso correcto de ahora en adelante", dijo Karzai. "Por su parte, Afganistán no permitirá que su territorio, o que las relaciones bilaterales con otra nación, dañen a un tercer país, y nosotros esperamos lo mismo", agregó.
Pero aún hoy en día, Estados Unidos acusa a Irán de tratar de desestabilizar al gobierno de Karzai y ayudar al comandante rebelde Gulbuddin Hekmatyar. Algunos en el gobierno de Karzai acusan a la agencia de inteligencia paquistaní de proteger y asistir a los talibanes. Pakistán teme que su vecino hostil, India, esté tratando de ganar influencia en Afganistán para encerrarlo entre dos países no amigables.
La nación cayó en guerra desde que la ex Unión Soviética la invadió en 1979. En ese entonces Estados Unidos envió armas y millones de dólares a los guerrilleros islámicos que luchaban contra la ocupación soviética y que tenían su base en Pakistán.
En 1992, los insurgentes islámicos llegaron al poder, pero pronto empezaron las luchas internas que devastaron la capital y dieron paso al represivo régimen talibán.
El Talibán tomó el control de la mayor parte del país en 1996 y hasta el 2001 con ayuda de Pakistán, que el año pasado se unió a Estados Unidos para derrocar a sus antiguos amigos en nombre de la guerra antiterrorista.