SEÚL.- El Presidente surcoreano, Kim Dae Jung, acusó este jueves a Corea del Norte de "agravar" la crisis nuclear y afirmó que Seúl debe asumir un papel "primordial" para solucionarla, luego de confirmarse que Pyongyang trasladó barras de combustible al edificio donde se encuentra un reactor que podría producir plutonio para uso militar.
"A pesar de los esfuerzos de la comunidad internacional para alcanzar una solución pacífica de la cuestión nuclear, Corea del Norte decidió reactivar sus instalaciones nucleares neutralizadas hasta ahora, lo que agrava un poco más la situación", declaró Kim, según se supo después de una reunión de urgencia sobre la seguridad nacional en el palacio presidencial.
Esta nueva medida adoptada por Pyongyang fue calificada de "provocación" por el Primer Ministro japonés Junichiro Koizumi y de "chantaje" nuclear por Washington.
El ministerio surcoreano de Relaciones Exteriores confirmó que Pyongyang había comenzado el miércoles a instalar barras de combustible en el reactor de su complejo nuclear de Yongbyon, al norte de la capital norcoreana.
Según responsables surcoreanos, Corea del Norte dispone de unas 300 toneladas
de combustible nuevo, lo que le permitiría hacer funcionar el reactor durante unos diez años.
Corea del Norte anunció que volvía a poner en marcha este reactor y otras instalaciones nucleares, debido a su pulso con Washington en torno a sus pretensiones de utilizar la energía nuclear con fines militares.
El presidente Kim afirmó que Seúl debe asumir un papel "primordial" en la crisis al tiempo que se comprometió a no seguir el camino tomado por Washington para resolver un problema semejante hace ocho años.
En 1994, Estados Unidos llegó a un acuerdo con Corea del Norte, que aceptó suspender sus actividades nucleares en Yongbyon a cambio de combustible y de la construcción de dos reactores de agua liviana.
"No debemos hacer lo que se hizo en la crisis de 1994 porque en un primer momento quedamos al margen y al final pagamos varios miles de millones de dólares por los reactores nucleares de agua liviana", declaró el Presidente.
El acuerdo de 1994 fue cuestionado después de las revelaciones hechas por Washington en el sentido de que Pyonyang habría reconocido tener un programa nuclear clandestino.
Los especialistas estiman que la puesta en marcha del reactor neutralizado después de los acuerdos de 1994 debería llevar unos dos meses.
La principal preocupación actual se refiere a las 8 mil barras de combustible irradiado que estaban guardadas bajo sello y que pueden producir plutonio para fabricar bombas nucleares. Corea del Norte rompió los sellos, pero hasta ahora parece que no ha utilizado el combustible.
Para Pyongyang, esta medida se justifica por el cuestionamiento de los acuerdos de 1994 por parte de Estados Unidos, que suspendió la entrega de fuel.
En Seúl, Yim Sung Joon, principal consejero presidencial en materia de seguridad, dijo que "el Presidente quiere que el gobierno haga esfuerzos para reforzar su posición a través de la coalición con Estados Unidos y Japón y la cooperación con China, Rusia y la Unión Europea".
Durante toda la crisis, Pyongyang no ha dejado de reclamar negociaciones con Estados Unidos, pero Washington se niega y exige que Corea del Norte abandone sus programas nucleares antes de negociar.