BUENOS AIRES.— Los allegados del Presidente Eduardo Duhalde mantenían este jueves en estado de confusión al partido Justicialista gobernante, al brindar versiones contradictorias acerca de si el jefe del Estado será o no candidato en las elecciones presidenciales del año próximo.
Esta incertidumbre provoca nerviosismo e irritación en las filas del rival partidario de Duhalde, el ex presidente Carlos Menem. Sus portavoces acusan al gobierno de estar "preparando una trampa" para evitar el retorno al poder de Menem, uno de los precandidatos del peronismo.
Esta supuesta "trampa" consistiría en suspender definitivamente las elecciones internas del peronismo para elegir un candidato presidencial, que deben realizarse el 23 de febrero.
Si las primarias se cancelan, se abrirían dos alternativas: que los precandidatos peronistas se presenten a los comicios presidenciales por separado, o que el Congreso partidario, controlado por los "duhaldistas", designe al candidato presidencial.
El senador Eduardo Menem, hermano del ex presidente, declaró el jueves que "Duhalde y sus allegados se han sacado la careta, ya que están diciendo que no va a haber internas en el partido justicialista. Están haciendo trampa".
Duhalde ha reiterado casi diariamente que cumplirá su palabra de no postularse en los comicios del 27 de abril, de los que debe surgir su sucesor. Para que no hubiese dudas, hizo que el Congreso aceptara, por anticipado, su renuncia a partir del 25 de mayo de 2003, afirmando que en esa fecha se retirará de la Casa de Gobierno, se haya elegido o no a su reemplazante.
El jueves, el jefe del gabinete de ministros Alfredo Atanasof, aseguró a la prensa que Duhalde no será candidato. "Palabra dada, palabra empeñada", afirmó.
Pero otro connotado "duhaldista", el diputado José María Díaz Bancalari, declaró casi simultáneamente que "están en juego los intereses de la Nación", al propugnar que Duhalde sea relevado de su compromiso para que pueda ser candidato.
El Presidente reunirá, en las últimas horas del jueves, en su residencia suburbana de Olivos, a los principales dirigentes peronistas que le son adeptos. El motivo principal de la convocatoria es conversar sobre los comicios internos, que Duhalde quiere suspender. Se descuenta que se hablará también de la posible candidatura del Jefe de Estado.
Duhalde parece decidido a bloquear, en la medida que le sea posible, el retorno al poder de Menem. Pero el Presidente no cuenta, entre los otros tres precandidatos peronistas, con ninguno que le sea plenamente "confiable" ni que brinde seguridades de poder derrotar a Menem en una elección primaria.
Los amigos de Duhalde dicen que éste es el único capaz de superar electoralmente a Menem. Se basan en encuestas y en la esperanza de que la paulatina mejoría que se advierte en la situación económica y social del país consolide la imagen política del actual Presidente. Recuerdan que Duhalde recibió el gobierno, al ser nombrado por el Congreso el día de Año Nuevo, en medio de la peor crisis vivida por la Argentina en su historia contemporánea.