BUENOS AIRES.- La Corte Suprema de Justicia informó este viernes que suspendió la reunión prevista para el próximo lunes en la que se disponía a dictaminar la redolarización de los depósitos bancarios a plazo fijo pesificados, que pondría en jaque al sistema financiero.
En un breve comunicado de cinco líneas, el alto tribunal afirmó que suspendió, sin fecha, la reunión del 30 de diciembre, porque los dos conjueces nombrados para fallar sobre la pesificación de los depósitos, "no están en condiciones de resolver" y pidieron más tiempo para analizar el caso.
Los conjueces Santiago Kernian y Edgardo Bello fueron designados en esta causa para reemplazar al ministro de la Corte Enrique Petracchi, quien se excusó de pronunciarse desde el inicio por tener una cuenta en dólares, y del renunciante Gustavo Bossert, respectivamente.
Al suspender la reunión del lunes próximo, el tema recién será retomado por la Corte Suprema tras el receso judicial de enero, a menos que el alto tribunal resuelva habilitar la feria para dictaminar al respecto.
El Senado argentino aprobó en la madrugada de este viernes la nominación del peronista Juan Carlos Maqueda, hasta ahora presidente de la Cámara alta, para ocupar la plaza dejada por Bossert en la Corte Suprema.
El alto tribunal deberá decidir si desplaza al conjuez Bello y deja votar en esta causa a Maqueda, un peronista alineado con el gobierno.
La Corte debe fallar sobre un recurso de una ahorrista que reclama la conversión a dólares de un depósito suyo que entró en la pesificación global, tras la devaluación de enero pasado.
La decisión de la Corte, si se aplica globalmente, puede alcanzar a unos 15.000 millones de pesos (4.300 millones de dólares) todavía atrapados en el bloqueo bancario llamado ’corralón’, después de la liberación hace 24 días del dinero del ’corralito’, unos 20.000 millones de pesos de las cuentas a la vista.
De ordenar la redolarización de los depósitos, la Corte pondría en jaque al sector financiero, lo que significaría una nueva traba a un demorado acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, que podría firmarse en enero tras 11 meses de negociaciones.