WASHINGTON.— Arabia Saudita aseguró privadamente a las autoridades norteamericanas que podrán utilizar su espacio aéreo y lanzar operaciones desde sus bases en caso de una guerra contra Irak, así como coordinar la campaña desde un puesto central de mando cercano a la capital, Riad, dijeron el sábado fuentes del Pentágono.
Arabia Saudita es un aliado de Estados Unidos, pero durante meses su deseo de permitir el uso de sus instalaciones y territorio en caso de guerra contra Irak estuvo en duda.
Durante la guerra del Golfo Pérsico de 1991, fue el área estratégica más importante en la campaña contra Irak.
Victoria Clarke, vocera del secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, dijo el sábado que no podía comentar los arreglos específicos entre el Pentágono y Arabia Saudita, o con cualquier otro aliado.
Empero, indicó que el gobierno del presidente George W. Bush cree que los saudíes harán todo lo que puedan para respaldar a Estados Unidos. "Confiamos que serán un aliado importante", agregó.
Otros funcionarios dijeron el sábado, a condición de guardar el anonimato que los saudíes aseguraron privadamente a la Casa Blanca que podrán utilizar las bases saudíes sus aviones de carga, vigilancia y reabastecimiento.
Las fuentes agregaron que los saudíes están además dispuestos a que Estados Unidos coordine y dirija su campaña aérea contra Irak desde el Centro de Operaciones Combinadas Aéreas, en la base del Príncipe Sultán, al sur de Riad.
Sin embargo, no quedó claro si los saudíes permitirán a los cazas de combate norteamericanos usar las bases en el reino o cruzar sus espacio aéreo en ruta a atacar Irak.
Los aviones norteamericanos que patrullan las zonas de exclusión aérea al norte y sur de Irak han despegado principalmente de bases en Kuwait, Turquía y los portaaviones estadounidenses que patrullan el Golfo Pérsico.
Además de Arabia Saudí, las fuerzas norteamericanas utilizarán bases en Turquía, Kuwait, Katar, Bahrein, los Emiratos Árabes Unidos y Omán, si el Presidente Bush decide atacar Irak.