DHARMSALA, India.— Cantimploras, pistolas de juguete, carne enlatada de cerdo y pasta condimentada, casi todas las mercancías vendidas por los refugiados tibetanos en India han vivido largamente con la paradoja de luchar contra el control chino de su patria y vender simultáneamente mercancías chinas para ganarse la vida. Sin embargo, todo ello podría cambiar.
"Boicoteen lo hecho en China", sugiere una serie de carteles impresos en rojo y pegados sobre los muros de Dharmsala, la población septentrional india donde el líder espiritual del Tíbet, el Dalai Lama, estableció su gobierno en el exilio, después de huir del territorio chino en 1969.
Los tibetanos y sus simpatizantes lanzarán el 1 de enero una campaña en toda India contra la compra de productos chinos, dijeron el domingo los organizadores de la protesta.
Más de 1.300 voluntarios de la organización Amigos del Tíbet en India coordinarán la campaña, que sigue a una petición de un boicot similar en Estados Unidos, Canadá y Europa.
"La única forma de dañar a China es golpear su economía. No tenemos milicia ni soluciones políticas", dijo Tenzin Tsundue, secretario general de Amigos del Tíbet en India.
Tsundue añadió que los productos con marcas falsificadas eran introducidos de China a India, causando daños a las industrias locales. Añadió que China produce bienes muy baratos gracias a las prisiones de trabajos forzados.
Muchos refugiados tibetanos venden los productos chinos para financiar sus migraciones a India y para sostenerse. Otros tantos consideran que esas mercancías son más baratos y mejores que las indias.
El gobierno exiliado emitió en 1996 una resolución para instar a que los tibetanos boicotearan los productos chinos. No obstante, generó pocos resultados.
"Pienso que esto no logró cortar el problema de raíz. Esta seguía siendo una idea muy simbólica y nunca pasó de ello", dijo Tsundue, quien confió en que la nueva campaña sea más efectiva.
