BAGDAD.- Los inspectores de armas de la ONU establecieron el sábado una nueva base en el norte de Iraq, para acelerar la búsqueda de armas prohibidas, mientras más soldados estadounidenses y británicos se preparan para unirse a los que ya se encuentran en el Golfo.
Un equipo de inspectores viajó a la ciudad de Mosul, 375 kilómetros al norte de Bagdad, para establecer una oficina regional, desde donde se organizarían inspecciones.
"Esto nos ayudará a extender y acelerar nuestras inspecciones en todo el país, pero particularmente en el norte", dijo a la prensa el portavoz de los inspectores, Hiro Ueki.
En un incremento de los preparativos militares después de Año Nuevo, Washington ordenó dirigirse a la región a infantes de la marina y 11.000 soldados de infantería, y un periódico británico dijo que Londres enviaría más de 20.000 tropas y movilizaría 7.000 reservistas la semana próxima.
El canciller iraquí Naji Sabri acusó el sábado a Estados Unidos de tratar de desestabilizar a Iraq, apoyando a los exiliados del país árabe, a quienes calificó de "mercenarios y terroristas".
En una carta al Secretario General de la ONU, Kofi Annan, Sabri dijo que los planes estadounidenses de entrenar a iraquíes exiliados para que participen en un gobierno post Saddam Hussein violaban las leyes internacionales.
"El gobierno de Bush está apoyando mercenarios y terroristas para desestabilizar la situación política y la seguridad social en Iraq", manifestó en la carta, publicada en medios de prensa en Bagdad.