JERUSALÉN.- El bloque populista de derecha Likud, presidido por el Primer Ministro Ariel Sharon habría perdido hasta 10 puntos en los sondeos sobre intención de voto de los israelíes para las elecciones del próximo día 28.
Todos los observadores políticos atribuyen esta "caída en picado" a los escándalos registrados por corrupción electoral en los comicios internos del bloque hace tres semanas y que amenazan a Sharon, sospechoso de haber incurrido en el delito de corrupción.
El diario independiente Haaretz difunde hoy un último sondeo del instituto independiente Diálogo que pronostica al Likud de Sharon, sólo 27 de los 120 escaños del Parlamento (Kneset), y 24 al Partido Laborista (PL), de Amram Mitzna, su principal rival.
En diciembre pasado, algunos sondeos le preveían no menos de 40 escaños y alrededor de 20 al PL.
El sondeo que le pronostica más asientos, 30, es uno que difunde hoy el diario independiente Maariv.
El diario independiente Yediot Ajronot publica los resultados del sondeo elaborado por el Instituto Dájaf, que estima para Sharon y su bloque 28 escaños y hasta 22 para el PL.
El primer ministro se limitó a afirmar que la filtración a la prensa de un documento en torno de una investigación por supuesta corrupción, de la que es objeto por la Policía Nacional, es "una conspiración política despreciable", y prometió aventarla "presentando los documentos y los hechos".
La radio pública informó hoy de que los últimos sondeos, a menos de tres semanas de las elecciones legislativas, causan "alarma" en medios del Likud, y que Sharon, quizá, concederá entrevistas o dará una conferencia de prensa hoy mismo para deslindar supuestas responsabilidades en los delitos de los que es sospechoso.
El escándalo lo precipitó la difusión, hace dos días, de un documento de la Fiscalía General filtrado al influyente matutino Haaretz.
La filtración será investigada por la policía y, algo sin precedentes, por agentes del Servicio General de Seguridad (Shin Bet), informó hoy el ministro de Justicia israelí, Meir Shitrit.
La investigación policial, en curso desde hace meses bajo la mayor reserva, gira en torno a un préstamo de un millón y medio de dólares que gestionó uno de sus hijos, Guilad, para reembolsar dinero que Sharon recibió ilegalmente para financiar una campaña electoral, en 1999, a fin de conquistar la presidencia del Likud.
El Defensor del Pueblo (Ombudsman) israelí, Eliezer Goldberg, antiguo juez de la Corte Suprema, fue quien el año anterior obligó a Sharon a reembolsar ese dinero que recibió violando la ley electoral.
Sharon, que no dio cuenta de esa cantidad monetaria, que recibió por medio de una compañía ficticia, tampoco informó después de la gestión de ese préstamo para pagar la deuda, que le concedió un amigo.
El primer ministro tampoco informó del préstamo alegando que lo gestionó uno de sus hijos sin su conocimiento.
Según las normas que guían la conducta de los funcionarios públicos a fin de preservar la transparencia de sus actos cuando reciben dinero o regalos, Sharon debió notificar la recepción del préstamo, que ya devolvió.
La caída registrada en los sondeos pre-electorales también habría perjudicado seriamente la posibilidad de Sharon para formar la coalición del Gobierno si triunfase en las elecciones del 28.
Con los demás partidos de la derecha y los de la minoría ortodoxa religiosa, sus aliados naturales, le alcanzaría apenas para una coalición con una mayoría simple de 61 escaños en la decimosexta legislatura parlamentaria.
El laborista Mitzna, de aliarse con los partidos del "campo de la paz" y con el apoyo de los partidos árabes, tendría la posibilidad de conseguir 59 escaños para formar el próximo Gobierno, si así se lo encomendara el presidente del país, Moshé Katzav.