CABO CAÑAVERAL, Florida.— Con sólo dos días restantes en la cuenta regresiva, la NASA informó este martes que necesita 24 horas más para realizar análisis de ingeniería, antes de permitir el despegue del transbordador espacial Columbia, en una misión científica que transportará además al primer astronauta israelí.
Una falla en otro transbordador ha ocasionado que los ingenieros trabajen prácticamente sin interrupciones durante el último mes, con el objetivo de que el Columbia despegue el jueves, como estaba previsto. En la misión participaría Ilan Ramon, un coronel de la fuerza aérea israelí.
Las medidas de seguridad han sido intensificadas en el Centro Espacial Kennedy y en las comunidades aledañas, debido a la presencia de Ramon en el vuelo. La vigilancia sería reforzada el jueves.
Unos 300 israelíes, muchos de ellos invitados por Ramon, presenciarían el lanzamiento.
El gerente del programa del transbordador, Ron Dittemore, dijo que todos confían en que el Columbia presenta las condiciones de seguridad para la misión, pese a la fisura detectada en diciembre en las tuberías del Discovery. Sin embargo, los ingenieros no quieren pasar por alto ningún posible riesgo.
"Estoy convencido de que todo marcha bien y resolveremos todos estos asuntos técnicos dentro de las próximas 24 horas", dijo Dittemore.
El gerente y su equipo planeaban reunirse el miércoles para resolver el asunto de manera definitiva.
La más reciente fisura, que no tenía relación con otras que obligaron a mantener en tierra a toda la flota de transbordadores, el año pasado, fue encontrada en una de las 18 junturas que conforman las tuberías de combustible del Discovery.
La articulación esférica, de poco más de cinco centímetros de calibre, tenía una fisura superficial, que según los ingenieros, podría despedir fragmentos hacia uno de los motores principales durante el despegue, con resultados potencialmente catastróficos. Todas las pruebas han mostrado que ello no ocurriría.
Dado que la NASA no pudo inspeccionar las junturas del Columbia, tuvo que asegurarse de que incluso si alguna tenía fisuras, flexionaría la tubería de combustible como estaba previsto, en vez de quebrarse y convertirse en un peligroso fragmento.
Los ingenieros creen que un defecto en la articulación, una pieza original del transbordador, causó la fisura.
Durante los 16 días de la misión, Ramon y otros seis tripulantes estadounidenses trabajarían en experimentos científicos, incluida una prueba israelí para observar las arenas del desierto en la atmósfera.
Es la primera misión de un transbordador de la NASA en tres años que no tiene relación alguna con la estación espacial internacional o el telescopio Hubble.