MADRID.- La organización ecologista Greenpeace discrepó hoy con el gobierno español y aseguró que los costos de limpieza causados por el vertido del petrolero Prestige, hundido frente a la costa gallega, serán mucho más altos que la estimación gubernamental de 1.000 millones de euros hecha pública la víspera.
Los costos derivados de la catástrofe ecológica serán "muy superiores a esta primera estimación" realizada por el ministro de Haciencia, Cristóbal Montoro, indicó Greenpeace en un comunicado.
"Con las estimaciones actuales es ya evidente que la mayor parte de los gastos deberá ser cubierta por los ciudadanos españoles", criticó la organización.
De los mil millones de euros indicados (unos 1.056 millones de dólares), cantidad que según dijo Montoro podría aumentar y no incluye el costo de los trabajos definitivos que se apliquen al buque hundido, 500 millones de euros se destinarán a la limpieza en el mar y 350 a la recuperación del medio ambiente en la costa.
En su comunicado, los ecologistas exigieron además un régimen de responsabilidad ilimitada que obligue "al tándem armador-fletador" a contratar un seguro que cubra todos los daños en caso de accidente.
"Una vez más se pone de manifiesto que los que se benefician con el transporte y comercialización de crudo no se ven obligados a afrontar los daños que causan", indicó el presidente de Greenpeace-España, Juan López de Uralde.
Mientras tanto, el vicepresidente primero del gobierno español, Mariano Rajoy, manfiestó que "lo peor ya ha pasado", dos meses después de que el Prestige sufriera una vía de agua y acabase en el fondo del mar tras partirse en dos.
El objetivo "capital" ahora, dijo Rajoy a la televisión Antena 3, es "arreglar definitivamente la situación de ese buque". En su lecho marino, a 3.600 metros de profundidad y a unos 250 kilómetros de la costa gallega, el Prestige pierde a diario 80 de las 53.000 toneladas de combustible con las que se hundió.
En febrero, el comité científico que asesora al gobierno español en la catástrofe del petrolero propondrá una solución definitiva para el buque. Entretanto, el temor a la llegada de manchas de combustible, de alta toxicidad por su concentración de azufre, alcanzó de nuevo el País Vasco.
Aunque los vientos impulsarán el fuel-oil situado frente a la costa vasca hacia la zona francesa de Las Landas, grandes manchas de fuel situadas a unos 130 kilómetros de Asturias podrían estar "en cinco o seis días" al norte de la costa del País Vasco, indicó el portavoz del Ejecutivo regional, Josu Jon Imaz.