MOSCU.- La Fiscalía Militar rusa anunció hoy que no investigará más el naufragio del submarino nuclear "Kursk" a pesar de que los familiares de algunos de los marinos muertos denuncian que éstos sobrevivieron al menos dos días y pudieron ser salvados.
"Todas las circunstancias del naufragio fueron completamente estudiadas y las conclusiones de la investigación comunicadas a las partes interesadas y la sociedad", dijo Alexandr Nikitin, el portavoz de la Fiscalía.
Nikitin calificó de "infundadas" las exigencias de algunos parientes de los 118 marinos muertos de iniciar otra investigación sobre las circunstancias exactas en las que murieron los tripulantes del submarino, citó la agencia Interfax.
El pasado 30 de diciembre el abogado de estos familiares, Borís Kuznetsov, pidió a la Fiscalía una nueva investigación que determinara el tiempo que algunos marinos pudieron sobrevivir al naufragio, ocurrido el 12 de agosto de 2000.
Al menos 23 tripulantes del submarino nuclear se refugiaron en la novena sección del submarino minutos después de que ocurriera la tragedia durante unas maniobras navales en el mar de Barents.
En contra de la versión oficial, que estableció que estos marinos sobrevivieron como máximo ocho horas al hundimiento del "Kursk", los argumentos consignados en la petición de Kuznetsov aseguran que se mantuvieron con vida al menos dos días y que, por tanto, pudieron ser salvados.
De haberse demostrado esta teoría en una nueva investigación los familiares de los marinos hubieran podido exigir la apertura de un proceso penal sobre la responsabilidad de las autoridades a cargo del salvamento.
Pero la Fiscalía rechazó la petición de Kuznetsov e incluyó el episodio de los marinos de la novena sección en el contexto total del naufragio, que, según las conclusiones de una comisión estatal, ocurrió por la explosión accidental de un torpedo.
El fiscal portavoz Nikitin recordó hoy que el 26 de junio de 2002 el Fiscal General de Rusia, Vladímir Ustinov, cerró la investigación criminal en torno al "Kursk" porque "no se encontraron elementos de delito".
Tras el rechazo, Kuznetsov expresó su intención de apelar al presidente ruso, Vladímir Putin, para pedir la nueva investigación que determine las circunstancias reales de la muerte de los marinos de la novena sección.
La tragedia del "Kursk", seguida minuto a minuto en Rusia y en todo el mundo, asestó un severo golpe al prestigio de este país como potencia militar y estuvo enmarcada en la desinformación y el secretismo oficial ya desde los primeros momentos en que se conoció el suceso.
Los altos mandos rusos se apresuraron entonces a asegurar que las explosiones accidentales que provocaron el hundimiento del submarino ocasionaron también la muerte inmediata de la mayoría de los 118 tripulantes.
Pero posteriormente fuentes de la Armada revelaron la existencia de cartas póstumas escritas por algunos de los marinos y recuperadas de sus cuerpos que indicaban que sobrevivieron a esas explosiones y tuvieron una muerte espantosa esperando una ayuda que nunca llegó.