CARACAS.- Militares venezolanos allanaron hoy la sede de la trasnacional de refrescos estadounidense Coca Cola, paralizada en el marco de una huelga general contra el presidente Hugo Chávez que hoy cumplió 47 días de vigencia.
El allanamiento fue realizado en la sede de la empresa Panamco, que distribuye Coca Cola, en el marco de acciones contra distribuidoras de alimentos que escasean en el país por la huelga.
El operativo militar fue realizado en el centroccidental estado de Carabobo, donde llegaron pequeños grupos de opositores al gobierno para protestar la acción y que fueron repelidos con gases lacrimógenos y balas de plástico por los militares.
La acción fue comandada por el polémico general Luis Felipe Acosta Carles, y transmitida por televisoras privadas locales, de fuerte raigambre opositora.
Los depósitos de la empresa de gaseosas, que también distribuye agua mineral y jugos, fueron allanados después de un lapso de 48 horas otorgado por el Instituto de Protección al Consumidor (INDECU) para que liberara los productos almacenados en sus depósitos.
El INDECU realizó hace un par de días una inspección a los depósitos de Coca Cola constatando acaparamiento de los productos, por lo que ordenó su distribución en un plazo de 48 horas, que la firma no acató.
Incluso el INDECU ofreció seguridad y combustible a la empresa para iniciar la distribución de los productos.
Aunque las gaseosas no son artículos de primera necesidad, el organismo estatal ordenó su distribución para contribuir a la normalización del mercado venezolano, inundado de brotes especulativos por la severa escasez de productos alimenticios y combustible.
El general al mando del operativo declaró a las televisoras privadas, tras consumir uno de los refrescos y eructar: "Todo esto va para el pueblo".
Acosta Carles recordó que el acaparamiento de alimentos es un delito, y anunció que pronto serán "liberados la catira y el oso", emblemas publicitarios de dos grandes distribuidoras de cervezas, refrescos y otros alimentos plegadas al paro.
Coca Cola es distribuida en Venezuela a través de una de las empresas de la poderosa organización Cisneros, propiedad de magnates de las telecomunicaciones en América Latina y a uno de cuyos dueños -Gustavo Cisneros- Chávez acusa de estar detrás de los planes para derrocarlo.
El jefe de ventas de Panamco, Rómulo Salazar, dijo a radios locales que los militares "decomisaron sin razón alguna" los productos y explicó que no habían sido distribuidos por la escasez de combustibles que afecta al mercado local.