BELO HORIZONTE, Brasil.- Las brigadas de rescate revisaron este viernes toneladas de lodo y escombros, pero tenían pocas esperanzas de encontrar sobrevivientes de los deslaves que dejaron 29 muertos y un número no determinado de desaparecidos en el central estado brasileño de Minas Gerais.
Las lluvias torrenciales que azotaron a primeras horas del jueves el estado dejaron también 89 heridos y 1.098 damnificados, según fuentes de la defensa civil. Un total de 7.678 personas fueron obligadas a evacuar sus residencias.
Por lo menos 2 mil casas, muchas de ellas precariamente construidas por residentes pobres en las colinas, fueron destruidas por los aluviones. Otras 69 viviendas están en peligro de colapsar al continuar el viernes las fuertes lluvias en la zona, dijeron las autoridades.
Más de 30 municipios declararon estado de emergencia, pero los peores daños ocurrieron en Belo Horizonte, la cuarta ciudad más poblada de Brasil, donde murieron 15 personas. Otras muertes se reportaron en cuatro pequeños pueblos del área cercana a Belo Horizonte.
En la mañana del viernes murió un niño de 10 años en un hospital de Belo Horizonte que había sido rescatado la noche anterior tras haber permanecido 15 horas sepultado bajo el lodo. Otros ocho miembros de la familia del niño también murieron por el deslave.
Sólo los padres del niño, Antonio Laurencio y Valda Caldeira Santos, lograron sobrevivir. La pareja perdió cinco hijos y cuatro sobrinos.
En la pequeña localidad de Manhuacu, un trabajador de rescate murió al hundirse el bote en el que se desplazaba. Los aluviones también destruyeron dos autopistas mientras que dos edificios se desplomaron en la ciudad de Caratinga tras el azote de las intensas lluvias.
Funcionarios advirtieron a los automovilistas que se mantuvieran alejados de las carreteras, señalando que grandes porciones de las principales vías del país permanecían bajo el agua.
El vicepresidente Jose Alencar visitó el jueves por la noche el estado para evaluar los daños, mientras que el Presidente Luiz Inácio Lula da Silva planeaba viajar a las zonas afectadas el fin de semana. El gobierno federal dijo que estaba estudiando la posibilidad de destinar fondos de emergencia al estado de Minas Gerais.