LA PAZ.— El líder de los campesinos cocaleros, Evo Morales, convocó a la población a derrocar el gobierno del Presidente Gonzalo Sánchez de Lozada, luego de que fracasaran los intentos para reemprender el diálogo entre ambos.
El diputado Morales, también dirigente del Movimiento al Socialismo (MAS), encabeza un bloqueo de caminos desde el lunes pasado en la central región del Chapare.
Seis campesinos murieron en los últimos días en enfrentamientos con fuerzas de seguridad en Cochabamba y Santa Cruz, donde otros grupos de campesinos también intentan cortar algunas rutas.
Los cocaleros informaron el jueves que la sexta víctima es una campesina, que perdió la vida por intoxicación con gases lacrimógenos lanzados por los uniformados, también en el Chapare.
"Convoco a todos los sectores sociales a acabar con la dictadura de Goni (el apodo de Sánchez de Lozada)", dijo Morales, después de que ambos fracasaran el jueves en un acuerdo para iniciar conversaciones, con la ayuda de la Iglesia Católica, la Defensoría del Pueblo y la Asamblea de Derechos Humanos.
Ésta última sostiene que hasta el momento hay más de 50 personas heridas a causa de los enfrentamientos, entre ellos al menos siete uniformados, varios de ellos heridos de bala.
La Defensoría del Pueblo informó que 20 campesinos permanecen detenidos, para ser sometidos a la justicia ordinaria, pero Morales dijo el viernes que los arrestados son 400.
Mejor suerte tuvo el vicepresidente Carlos Mesa, quien logró iniciar conversaciones con Wenceslao Argandoña, el dirigente de los jubilados que el viernes deben llegar, tras ocho días de marcha, a La Paz.
Los ancianos demandan que el gobierno mantenga el valor de sus rentas atada a la cotización del dólar como hasta diciembre y deje de lado una disposición por la cual desde enero estarán sujetas a otra unidad, vinculada a la inflación.
Pero Morales mantiene su rechazo a una invitación al diálogo que le tendió Sánchez de Lozada, con la condición de que los campesinos cultivadores de hoja de coca levanten los bloqueos a cambio de que el gobierno suspenda la represión.
Sostiene que está dispuesto a dialogar, pero sin suspender los bloqueos, y suma nuevas demandas a su exigencia de que el gobierno haga una pausa en la erradicación de coca, base de la cocaína.
Al momento, ya son 15 sus exigencias. Además de la referida a la coca, van desde la renacionalización de los hidrocarburos, que el gas boliviano no salga por algún puerto chileno en caso de que sea exportado a América del Norte, y que Bolivia no ingrese al Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA).
El cocalero llamó "criminales" y "asesinos" al vicepresidente Carlos Mesa y al ministro de la Presidencia, Carlos Sánchez Berzaín.
Morales acusa a ambos de ser responsables de la muerte de los cocaleros y de ocho jubilados, que fallecieron el miércoles en un accidente carretero.
En el Chapare, los cocaleros continuaban el viernes intentando cortar la ruta Cochabamba-Santa Cruz, que completa con aquella la vía más importante del país, y por donde transita el 70% de la producción nacional, hoy casi paralizada.
La empresa privada informó que cada día pierde 6 millones de dólares y que las exportaciones agrícolas están suspendidas.
En La Paz, los productos comestibles empezaron a subir de precio y buena parte de los alimentos está siendo reemplazado por productos de Perú.