WASHINGTON.- El informe que presentarán el 27 de enero los jefes de los inspectores de armas de la ONU "marca el inicio de la última fase" en Irak, declaró este domingo Condoleezza Rice, consejera de seguridad nacional del Presidente estadounidense, George W. Bush.
Rice advirtió que "el tiempo está contado para que Irak se apegue" a las decisiones del Consejo de Seguridad".
"Ciertamente el 27 (de enero) es una fecha importante, no es un plazo, pero es una fecha importante. Probablemente marca el inicio de la última fase", dijo Rice a la cadena NBC.
"Creo que estamos al borde de (tomar) un importante conjunto de decisiones, porque aquí el tiempo se está agotando", agregó.
Los jefes de los inspectores de armas encargados de verificar si Irak tiene armas de destrucción masiva, deben presentar un informe ante el Consejo de Seguridad el próximo 27 de enero.
"No vemos por el momento que Irak respete" la resolución 1441 del Consejo de Seguridad que obliga a Bagdad a desarmarse, dijo Rice.
"Está claro que los inspectores no se benefician de la cooperación activa de los iraquíes", añadió al subrayar que no le sorprende esta actitud de parte de un "régimen totalitario".
El Presidente George W. Bush afirmó que "es necesario actuar contra Irak", según puntualizó su consejera de seguridad, quien admitió que Washington debe explicar mejor su posición.
"Debemos hablar más en las semanas próximas", consideró.
El Presidente iraquí, Saddam Hussein, intentó "dividir el Consejo de Seguridad" y pretende "engañar" a los inspectores, según Rice.
La funcionaria subrayó que desde el comienzo de las inspecciones Bagdad mostró "una misma tendencia de no cooperación y de falsedad".
"No podemos permitirnos dejar a Saddam Hussein llevar a la comunidad internacional de las narices", subrayó.
"No debemos esperar mucho más tiempo para saber si él (Hussein) tomó una decisión estratégica de engañar más que de desarmarse", dijo Rice.
Sólo un día después de las importantes manifestaciones pacifistas en Washington y San Francisco, Rice calificó como "formidable que en Estados Unidos el pueblo pueda expresarse en las calles" mientras que en Irak ello representaría "arrancarles la lengua".
La consejera negó que la voluntad de Estados Unidos de cambiar el régimen iraquí esté relacionada con el petróleo.
Uno de los eslóganes que corearon los manifestantes pacifistas fue "no a la guerra por el petróleo".
En la actualidad, las ganancias petroleras de Irak no benefician al pueblo sino a un "régimen mortal", opinó Rice.