LA HABANA.- Los cubanos acudieron masivamente el domingo a las urnas a respaldar con su voto la revolución del presidente Fidel Castro, en unas elecciones generales presentadas por el gobierno como un ejercicio de unidad patriótica frente a Estados Unidos.
Más de ocho millones de cubanos mayores de 16 años, de los 11 millones de habitantes de la isla, están convocados para elegir a los 609 diputados de la Asamblea Nacional y a 1.199 delegados de las asambleas provinciales.
Coreado por gritos de "Fidel, Fidel", Castro, quien lleva en el poder desde 1959, votó en la ciudad de Santiago de Cuba, por la que se presenta como diputado.
"Esto es una respuesta al Imperio, en su intento de destruir una revolucion, que no ha podido", dijo Castro a la prensa sobre las elecciones, en referencia a Estados Unidos, que mantiene desde hace más de cuatro décadas un embargo sobre la isla.
Para ser elegido diputado, el carismático líder de 76 años de edad, tendrá que obtener, como los demás candidatos, más del 50 por ciento de los votos.
Como ocurrió en comicios anteriores, es de esperarse que Castro saldrá elegido diputado y que posteriormente, en su primera reunión, que será probablemente en febrero, la nueva Asamblea lo designará de nuevo como presidente del Consejo de Estado, con lo que obtendrá un nuevo mandato de cinco años.
Desde primeras horas de la mañana, los cubanos, acostumbrados a las muestras de apoyo masivo al gobierno, acudieron a los colegios electorales para depositar su boleta electoral, de tal manera que, según datos oficiales, a las 10 de la mañana ya había votado más de la mitad del electorado.
"Vamos a votar por la unidad de la revolución, para apoyarla con el voto de la unidad", dijo Ramón Ortega, uno de los primeros en votar en su colegio de la ciudad oriental de Santiago de Cuba.
El voto no es obligatorio legalmente en la isla, donde hay un sistema unipartidista socialista, pero el gobierno lo presenta como un deber patriótico y algunos cubanos aseguran sentirse presionados a votar.
"Aparentemente, uno puede votar si quiere, pero si no lo haces te quedas marcado, asi que conviene votar", dijo Francisco, un taxista después de ejercer su derecho al voto en un colegio de Centro Habana, en una mañana desapacible.
Para la Asamblea Nacional, el número de candidatos, entre los que hay desde obreros hasta cantantes como Silvio Rodríguez y deportistas, es igual al de puestos, por lo que las opciones para el votante son votar en bloque por el total de los candidatos, votar individualmente por los que prefieran o no votar por ninguno.
Esos 609 candidatos, que han sido elegidos a nivel local y por las organizaciones estatales de masa, no pertenecen necesariamente al gobernante Partido Comunista, el único legal en la isla. Entre los candidatos está también el padre del niño balsero Elián González, quien sobrevivió al naufragio en el que murió su madre cuando trataban de llegar a Estados Unidos.
Castro aseguró el viernes que el modelo cubano es "superdemocrático" porque garantiza una verdadera elección popular al no estar viciado, como en otros países, por las altas cifras de abstención o los enormes presupuestos destinados a las campañas electorales.
Pero en la práctica, este sistema electoral, critican los detractores del carismático líder cubano, produce una única lista de candidatos leales al gobierno, en la que es imposible encontrar una sola voz disidente.
"Esto no es una elección porque en una elección uno tiene que poder elegir entre diversas opciones, y aquí la única opcion es continuar como estamos... Esto es uno de los tantos fraudes del presidente Castro", dijo a Reuters el disidente Vladimiro Roca, quien fue liberado el año pasado luego de pasar cinco años en la cárcel por su actividad opositora.
Roca, al igual que otros disidentes considerados por el gobierno contrarrevolucionarios financiados por Estados Unidos, no iba a votar en las elecciones para mostrar su desacuerdo.
Los principales disidentes, incluido Roca, han hecho un llamado a sus compatriotas a que ejerzan su oposición votando en blanco, absteniéndose o anulando la boleta. Pero este llamado ha sido escasamente divulgado en Cuba, donde los disidentes son muy poco conocidos y no tienen acceso a los medios de comunicación.
Todo hace esperar que la participación será tan masiva como en ocasiones anteriores. En las anteriores elecciones generales celebradas en enero de 1998, la participación fue del 98 por ciento, cifra que fue presentada por el gobierno como la muestra evidente del apoyo popular a la revolución.
Estas son las primeras elecciones que se celebran después de que la disidencia presentara el año pasado el Proyecto Varela, que pide un referéndum sobre el cambio político, incluida la celebracion de elecciones libres.
En sus declaraciones a la prensa tras votar, Castro descalificó este proyecto, que fue presentado en mayo atados Unidos en La Habana, "esa incubadora de supuestos disidentes".
Desde días antes de las elecciones, miembros de los locales Comités de Defensa de la Revolución fueron casa por casa instando a los vecinos a acudir a las urnas, que son custodiadas por niños.
