NUEVA YORK.- Los ministros de Relaciones Exteriores de los países miembros del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas realizaron un llamado hoy a "estrechar filas contra el terrorismo, para evitar el peligro creciente del uso de armas nucleares, químicas o biológicas".
Los cancilleres de 13 de los 15 países miembros del Consejo participaron hoy en Nueva York de una sesión especial sobre terrorismo, presidida por el canciller de Francia, Dominique Galouzeau de Villepin, en la que coincidieron en caracterizar el fenómeno como una de los mayores amenazas para la paz mundial.
Asimismo, aprobaron una resolución en la que instaron a todos los países a tomar "medidas urgentes" para suprimir toda la ayuda activa o pasiva al terrorismo.
La resolución, aprobada por unanimidad después de poco más de cuatro horas de deliberaciones, instó a los países a estrechar la cooperación internacional, ayudarse unos a otros en esta materia y llevar ante la Justicia a quienes financian, planean, apoyan o cometen actos de terrorismo.
Al inaugurar el encuentro, el secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan, llamó a los Estados miembros a intensificar sus acciones antiterroristas, pero sin olvidar la lucha contra la pobreza y la injusticia que son tomados como justificación por quienes cometen actos terroristas.
"El terrorismo es un flagelo global con efectos globales", dijo Annan, quien sin embargo advirtió sobre el peligro de lo que llamó daños colaterales de la guerra antiterrorista.
El secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, apoyó expresamente la tarea realizada hasta ahora por el Comité Antiterrorista del Consejo de Seguridad, liderado por Gran Bretaña, pero cuya presidencia pasará a manos de España en abril próximo.
Powell recordó que gracias a la tarea de 15 meses de trabajo del Comité, han sido denunciadas en el mundo 324 personas o entidades a quienes se les congelaron los fondos por su colaboración con el terrorismo.
El ministro de Relaciones Exteriores alemán, Joschka Fischer, por su parte, comparó el terrorismo con una "espada de Damocles que está pendiendo sobre nosotros" e hizo un llamado a la cooperación global.
El canciller británico, Jack Straw, calificó de "criminales y asesinos psicópatas a los terroristas que no respetan ni color, ni religión, ni la vida de los demás, ni la de ellos mismos". Advirtió asimismo que si los terroristas pueden tener acceso a armas nucleares o químicas, "las usarán sin lugar a dudas".
El embajador de Chile, Gabriel Valdés, quien habló en representación de la canciller Soledad Alvear, dijo que en América Latina la lucha contra el terrorismo pasa por entender que no se pueden mantener las sociedades "escindidas entre pobres y ricos", en la que se dan situaciones como que el "comercio ilícito de la droga termina siendo una solución para muchos campesinos pobres de Los Andes".
"Nosotros creemos que en nuestra región latinoamericana la lucha contra el terrorismo va unida a los esfuerzos por el desarrollo", aseguró.
La crisis de Irak fue mencionada por Estados Unidos y Gran Bretaña, que intentaron incluir el tema en el orden del día, pero otros países se manifestaron a favor de obviar la cuestión por considerar que la conferencia estaba destinada a tratar la problemática más amplia del terrorismo.