NUEVA YORK.- Turquía permitirá a Estados Unidos utilizar sus bases militares ante una eventual operación armada contra Irak, aunque no en la medida que ha solicitado Washington, según manifestó el ministro turco de Exteriores, Yasar Yakis, al diario "The New York Times".
El secretario de Estado dijo que el acuerdo no está cerrado y se comprometió a que Ankara hará lo posible para garantizar que "el despliegue de soldados estadounidenses en el frente norte iraquí sea lo suficientemente importante para preocupar al régimen de Bagdad".
Fuentes diplomáticas citadas por el diario neoyorquino dijeron que la petición inicial de Washington fue para la autorización de una fuerza de 80 mil soldados, cifra posteriormente recortada y que el ministro turco de Exteriores situó en torno a los quince mil hombres.
"Hemos dado instrucciones a los militares para que negocien con los estadounidenses y averigüen cuál es la cifra necesaria para hacer que su presencia en el frente norte tenga sentido", dijo Yakis, quien subrayó que no hay un acuerdo final sobre un plan.
Las declaraciones de Yakis, publicadas hoy, coincidieron con la visita a Ankara del jefe del Estado Mayor de Estados Unidos, general Richard Myers, quien negoció con las autoridades turcas la presencia de tropas norteamericanas en Turquía, país fronterizo con Irak.
Myers dijo, tras la primera ronda de consultas, que "Turquía es un socio muy cooperador y espero que lo siga siendo en el futuro".
Washington considera que contar con un punto de apoyo en Turquía es fundamental para garantizar el éxito de una invasión de Irak, pero la opinión pública turca, mayoritariamente musulmana, está en contra de facilitar la intervención desde su territorio.
Yakis reconoció que el Gobierno turco está limitado por la opinión pública, que se opone de manera abrumadora a incrementar la presencia militar estadounidense en ese país, y también por el Parlamento, controlado mayoritariamente por partidos islámicos.
El Pentágono considera crucial tener una fuerza suficiente en el norte de Irak para evitar que el ejército iraquí concentre todo su potencial al sur del país, desde donde previsiblemente Estados Unidos lanzaría el grueso del ataque terrestre para invadir esa nación.
En las últimas horas, fuentes militares estadounidenses informaron de que en suelo turco podría desplegarse el núcleo de la Cuarta División de Infantería, un contingente de 37 mil soldados de elite que el Pentágono movilizó ayer hacia el Golfo Pérsico.
Esta división, con base en Texas, es considerada la unidad más letal, moderna y con mayor y mejor capacidad de despliegue de las fuerzas armadas de Estados Unidos, y tiene a su disposición los equipos más avanzados para el combate y el espionaje del enemigo.