SEÚL.- Corea del Norte recibió hoy dos duros golpes en relación al conflicto que mantiene con Estados Unidos por el tema de las armas nucleares. Seúl, primero, exigió al régimen comunista de Pyongyang que revierta su decisión de abandonar el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP). Más tarde, la AIEA confirmó que, tras las peticones de Washington, la situación será presentada ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, lo que es rechazado por los norcoreanos.
Un portavoz del Ministerio surcoreano de Reunificación advirtió en Seúl, donde se desarrollan las conversaciones que se prolongarán por cuatro días, que el proceso de acercamiento bilateral entre los dos países podría sufrir un serio revés si el conflicto nuclear en el vecino del norte no encuentra una solución pronto.
"Corea del Norte debe respetar el acuerdo para mantener la península coreana libre de armas nucleares y declarar nula su decisión de abandonar el TNP", dijo un portavoz surcoreano.
Por su parte, los representantes norcoreanos insistieron en que su país no tiene la intención de construir armas nucleares y que la crisis sólo puede ser resuelta en negociaciones directas entre Pyongyang y Washington.
"El conflicto nuclear no es un tema a tratar en las conversaciones entre las dos Coreas", aseguraron fuentes norcoreanas.
Corea del Norte dijo, además, que un reactor nuclear en el centro de una disputa con Estados Unidos comenzará a generar electricidad "en algunas semanas".
Shin Yong Sung, viceministro de Industrias de la Electricidad y el Carbón, calificó de "absurdas" las acusaciones de que el reactor, de cinco megavatios, fuese a ser usado para fabricar armas nucleares.
"En algunas semanas podremos generar electricidad en la planta de energía nuclear", dijo Shin al diario Choson Sinbo, publicado por la Asociación General de Coreanos Residentes en Japón. "Actualmente estamos acelerando el proceso; nos encontramos en la etapa final", agregó.
AIEA llevará conflicto ante el Consejo de Seguridad
La Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) anunció hoy que próximamente remitirá el caso de la crisis nuclear norcoreana al Consejo de Seguridad.
Una medida así probablemente enfurecería a Norcorea, que insiste en que la disputa sobre su desarrollo nuclear es únicamente con Washington y no compete a terceros. En repetidas ocasiones ha señalado que está en contra de llevar el asunto ante el organismo internacional.
Pero para Estados Unidos es una excelente noticia. Estos últimos días Washington ha insistido en la necesidad de discutir el tema junto a los demás miembros del Consejo.
El enviado estadounidense a Corea, John Bolton, había dicho hoy en Seúl que la crisis nuclear norcoreana debía ser tratada en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
"No se trata de si irá al Consejo de Seguridad; se trata de cuándo", indicó el diplomático.
Bolton aseguró que Seúl estaba de acuerdo con una medida así, y se mostró confiado en que los cinco miembros permanentes del Consejo lleguen a un acuerdo sobre la forma de tratar la crisis nuclear norcoreana.
Gran Bretaña y Francia ya han expresado su acuerdo con Estados Unidos para llevar el tema ante el Consejo de Seguridad. Según Bolton, Rusia sumará su apoyo, y China no ofrecerá resistencia.
El Consejo de Seguridad consideraría aplicar sanciones económicas o políticas contra Corea del Norte, una medida que Pyongyang afirma equivaldría a una declaración de guerra.