LA TESTE-DE-BUCH, Francia.- Luego de tres días sin poder salir al mar por el mal tiempo, una verdadera armada anticontaminación se desplegó el sábado a lo largo de las costas francesas. Más de 100 barcos pesqueros vascos participan en la recogida de 1.200 toneladas de combustible entre la Vendée y la Girona, a 50 kilómetros de la costa francesa.
Las manchas de conbustible del vertido del barco petrolero "Prestige" llegaban el sábado con menos intensidad a las costas francesas, en medio de una polémica sobre la utilización de voluntarios para limpiar el litoral.
Desde el viernes, la mejora de las condiciones meteorológicas ha permitido limpiar las playas, aunque los alcaldes de la zona consideran que medios mecánicos son insuficientes.
En las playas, los equipos de limpieza se distribuyen principalmente al norte de las Landas y la Gironda.
Según la prefectura de la zona del suroeste, 996 personas se han movilizado, 81 de ellos voluntarios, para participar en las labores de retirada del combustible.
Los alcaldes del litoral dudan sobre si llamar a más voluntarios para reforzar la limpieza en L'Eege-Cap-Ferret y La Teste-de-Buch, donde ya trabajan unos 80 civiles, por motivos de salud, ya que el vertido puede ser tóxico.
Esta postura ha sido reforzada por los médicos de la Gironda que han escrito al prefecto para indicarle sus reticencias a firmar certificados médicos a los voluntarios.
Pese a la prohibición de estar en las playas, los voluntarios de Lot-et-Garonne, agrupados en un comité anti-marea negra acudieron el fin de semana a la playa de Saint-Girons (Landas) donde dicen que han retirado 150 litros de petróleo.
"Los ciudadanos no han sido informados, se les ha dejado de lado, cuando muchos de ellos quieren participar. Nosotros volveremos a limpiar allí donde haga falta", dijo un portavoz anunciando la partida de cincuenta personas este fin de semana a las playas de la cuenca de Arcachon.
"Es un trabajo de hormigas que hace falta volver a iniciar sin cesar", dijo un voluntario en la playa de La Teste-de-Buch.